Al rey Juan Carlos hay tres cosas que le vuelven loco. Aparte del dinero y las mujeres, el fugado tiene otra pasión que a lo largo de los años ha prodigado siempre que ha podido. ¿Con qué dinero ha satisfecho esta pasión? Mejor no preguntarlo.

Juan Carlos (GTRES)

Explica la revista Vanity fair que el Borbón pierde el norte por los relojes. Curioso que alguien que no ha pegado sello durante todo el día durante una pila de años, esté tan pendiente del objeto que tiene en la muñeca y que le va marcando las horas. Quizás cuando los mira pensaba en el tiempo que podría seguir viviendo del momio y tomándole el pelo a los ciudadanos. O quizás los relojes son una alegoría del tiempo que le queda a la monarquía española.

Juan Carlos (GTRES)

Sea como sea, explica el citado medio algunas curiosidades sobre la debilidad relojística de Juan Carlos. Por ejemplo, que cuando coincidió el año pasado al ver ganar a su amigui Nadal su duodécimo Roland Garros, los dos lucían relojes de una marca que el monarca le recomendó al tenista mallorquín, la casa suiza Richard Mille. Al hacer apretón de manos, el rey llevaba un RM 009 valorado ni más ni menos que en 350.000 euros, hecho con una carcasa de aluminio y silicio que pesa sólo 28 gramos y una de sus piezas preferidas.

Juan Carlos y Rafa Nadal (GTRES)

Un mes después, en unas regatas en Finlandia, el emérito escogió un Rolex Daytona, aunque a menudo ha llevado un Rolex Submariner 1680, hoy descatalogado y que llega a los 20.000 euros. En Abu Dhabi las horas le pasan lentas... Que vaya mirando el reloj y que de una puñetera vez, este le diga que ya es hora de responder ante la justicia por sus escándalos en cuentas suizas..., país, por cierto, que inventó otro famoso reloj, el de cuco.