Desde que estallara el caso Nóos, Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina se vieron obligados a exiliarse en Ginebra, quedando completamente fuera de la agenda real y ajenos a todos los actos familiares. No estuvieron presentes en el 80º aniversario del rey Juan Carlos I, pero cuando salió a la luz que los eméritos viajaron a Suiza para celebrar la cincuentena de Urdangarin, los medios enloquecieron.

Fue toda uno bomba ver a los monarcas reconciliados con la hija y el yerno, desplazándose hasta allí contra todo pronóstico para estar a su lado -sólo unos meses antes de su ingreso en la prisión.

Desde entonces, los flashes se han centrado en seguir -todavía más- a los Reyes, y esta semana han vuelto a ocupar titulares al saberse que pasarían unos días 'románticos' en la bonita Roma.

El viaje ya ha llegado, y las primeras fotografías muestran a un Juan Carlos I como en casa. De hecho, ha aprovechado su estancia en el país para presumir de ser italiano, y es que recordemos que el monarca nació en la capital y vivió cuatro años al estar allí su familia exiliada desde que fuera proclamada la República en España.

Como decíamos, si por alguna cosa ha destacado esta vuelta a Roma, ha sido por su discurso. El motivo del viaje era tener que asistir a un acto oficial: la inauguración de la nueva iluminación de la basílica de Santa Maria Maggiore. Y aquí ha sido donde ha querido dejar claro que él, por encima de todo, es romano. "Soy un verdadero romano de Roma", ha asegurado públicamente en italiano después de alabar las buenas relaciones de España e Italia, recordando también la historia que les une.

EFE

Después de un recital y una visita por el templo, los monarcas se habrían marchado bien sonrientes, mostrando una felicidad que hacía tiempo que no se les veía. ¿Ha sido un viaje romántico, al final?