Cada excursioncita que hacen los reyes para inaugurar algún acto, hacer el paripé saludando al personal o dejarse ver en algún acontecimiento supone que la gran mayoría de ciudadanos, expositores o autoridades pierdan el norte por salir en la foto y tener contentos a los monarcas. España es así. Enloquece cuando los Borbones van a algún lugar a saludar con la mano y hacer acto de presencia. Como si estuviéramos viviendo en la ficción de la mítica Bienvenido Mr. Marshall del maestro Berlanga. Y ciertamente, lo que ha pasado este miércoles en Madrid se parece a aquella película donde todo un pueblo se preparaba para la visita de los norteamericanos, que pasaban de manera fulgurante por el pueblo. Y es que la visita de Felipe y Letizia a Fitur a la capital española ha sido, por momentos, caótica, como revelan en Vanitatis.

Quizás tenían prisa por llegar a casa y ver los partidos de la Copa que lleva su nombre, pero el caso es que Felipe y Letizia iban que se las pelaban recorriendo los diferentes estands de la Feria Internacional de Turismo. Una inauguración que por la presencia de los monarcas ha sido multitudinaria e incluso, como describe el citado medio, "incluso con momentos de caos y que han provocado, entre otras cosas, que un regalo que iba a ser para doña Letizia nunca llegara a su destino". Y no solo eso. También "Estrictas medidas de seguridad, atascos interminables para acceder al parking y enfados. Muchos. Porque todo se bloqueaba cuando la comitiva en la que llegaban don Felipe y doña Letizia hacía su entrada al recinto, impidiendo a expositores, visitantes y reponsables entrar, sin importar cargo ni condición".

Una visita "rápida y corta, sin tiempo para mucho y dando lugar a alguna que otra decepción". Por ejemplo, que se tenían que detener a tomar un 'culín' de sidra en el estand de Oviedo y se han quedado con las ganas, porque decían que ya habían tomado uno anteriormente. Nada de sidra en Oviedo, pero sí regalos, como los que le han hecho a Felipe y Letizia, un mandil y un enfriador de botellas. Pero cuando han llegado a la zona de Murcia, qué hermosa eres, allí se han quedado con las ganas de hacerle llegar a la reina un obsequio. Y es que en la localidad de Caravaca de la Cruz este 2024 es año jubilar, "y fue precisamente donde el regalo que tendría que estar ahora en el palacio de la Zarzuela se quedó por el camino". Una réplica de la cruz de Caravaca, esmaltada y ornamentada, con cristales de Swarowski, que habían llevado expresamente a Fitur para los reyes. Según dicen, "por cuestiones de protocolo, por lo que la cruz permaneció depositada en un mostrador, en una especie de tierra de nadie hasta que volvió a su remitente".

cruz caravaca
Cruz de Caravaca

La intención ahora, aunque no sea lo mismo para ellos, por ver la cara de los reyes cogiendo el regalo, es la de enviarla a Zarzuela con una invitación para que visiten su localidad algún día. En cambio, los que han sido más listillos y han podido "sortear los protocolos" han sido los de Cantabria, que han podido hacer llegar a los reyes una guía sobre turismo en aquella comunidad autónoma: "Su vicepresidenta se acercaba a la línea de seguridad que cerraba el paso de don Felipe y doña Letizia, y entregaba la guía a los miembros de su equipo".