La palabra ruptura vuelve a ser la gran protagonista de los royals de Mónaco. Hecho que, evidentemente, hace venir a la cabeza dos nombres de sospechosos habituales: el príncipe Alberto II y su mujer, la princesa Charlene. Hemos perdido la cuenta de la cantidad a veces que se ha anunciado su separación, crisis, desapariciones y fenómenos extraños. Sin embargo, el matrimonio continúa adelante, y en aparente buena salud. La exnadadora sudafricana, que acaba de celebrar 46 años con una fiesta mayúscula, tiene paz con su marido y sintonía con su cuñada Estefanía. Por una vez lo que le preocupa no es su vida sentimental, sino un escándalo económico sobre sus gastos estratosféricos. Pecatta minuta. Porque ni ella ni el heredero de Rainiero están involucrados en la revelación de la revista francesa 'Voici'. La enemiga de Charlene, Carolina, sí. E impactada. Otro regalo de cumpleaños envenenado.
Hablamos de su hija, la princesa Carlota Casiraghi. Icono de moda, musa y personaje que representa la pompa y el glamur de toda la vida en Montecarlo, se separa de su marido, el productor cinematográfico Dimitri Rassam. Llevaban 5 años de casados, 2 más de relación y tenían un hijo en común, Baltasar, nacido en 2018. El segundo descendiente de Carlota, que también tuvo a Rafael con el humorista Gad Elmaleh 5 años antes. Todo parecía ir perfectamente entre ellos en todos los terrenos: no solo el sentimental o familiar, también habían llegado a trabajar juntos. La royal coprodujo una película con él, debutando en el mundo del séptimo arte. Una experiencia que en Dimitri valoraba muy positivamente, afirmando que repetiría: "¿Por qué no? Una película nace de un deseo sincero y de una alineación de los planetas. Carlota inició este proyecto al que luego me uní. Evidentemente, no dejaría de considerar otra de sus ideas cinematográficas", leemos en 'Vanitatis'.
Carlota, sin embargo, ha dicho basta. Una discusión de alto voltaje ha significado el punto final. No soporta ni soportará más el camino que está siguiendo su relación. Una fuente próxima a la hija del difunto piloto Stefano Casiraghi revela que el tipo de vida del productor de 'Los Tres Mosqueteros' ha matado la historia de amor. "Dimitri, que se ha convertido en uno de los mayores productores franceses, pasa el tiempo trabajando. No tenían vida familiar, era pesado para ella". Y quien dice vida familiar no se refiere, seguramente, solo al cuidado y preocupación por los chiquillos. La frase indica una distancia que incluye el dormitorio y la intimidad conyugal. Se ignora si Dimitri jugaba fuera de casa, pero no descarten que a partir de ahora se abra la veda y se destripe cada palmo de las zonas más privadas de su relación. En Mónaco saben mucho, son leyendas en la materia.
Es bien cierto que la noticia coge por sorpresa, y no solo por no tratarse de la siempre dudosa relación de su tío Alberto y Charlene. También porque las apariciones públicas de la pareja en alfombras rojas, eventos y entrevistas no hacían presagiar este desenlace. Pero claro, ahora leyendo entre líneas y a toro pasado, todo cambia. "Estoy muy orgulloso de mi mujer, pero nunca hay que reducir todo a eso. Ella es mi mejor apoyo y es muy importante, pero no creo ser muy original diciendo esto. Tengo mucha suerte de tener una mujer maravillosa y unos hijos maravillosos". De maravilla, a expulsado. Carlota se ha hartado, que pase el siguiente, no le faltarán pretendientes. Pobre Carolina, la verdad. Ella quería un divorcio, pero seguro que no era este. Qué racha.