La división en la familia real es un hecho evidente. Desde el escándalo de Botsuana en 2012, el deterioro en las relaciones dentro de la monarquía ha ido cuesta abajo y sin frenos. Se puede decir que actualmente existen dos familias reales.
Por un lado, la que lidera la infanta Elena, con la infanta Cristina y los reyes eméritos, Sofía y Juan Carlos, y también con los hijos de las dos infantas. Por otro, el clan formado por el rey Felipe, la reina Letizia y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. No obstante, se puede decir que Felipe anda entre dos mares. Aunque en su momento retiró la asignación a su padre y lo envió a Abu Dabi, el Jefe de Estado es cada vez más partidario de su vuelta a España. Por edad y porque no quiere que muera fuera de su patria, aunque a la hora de pagar impuestos no parece que lo sea. Una posición que le enfrenta totalmente con Letizia. Pero al fin y al cabo, no deja de ser su padre.
Francia se hace eco de la ruptura en la familia real
Una ruptura de la que incluso se hacen eco en medios internacionales. Por ejemplo, la revista francesa 'Point de Vue'. En ella Felipe es el gran protagonista de la última edición, en la que aparece en portada, y también del artículo principal del número. “Irreconciliables”, titula la publicación, en un reportaje en el que no deja títere con cabeza. “Unos en Ginebra, los otros en Madrid. Las dos familias de España...”, se puede leer también en portada.
Ya en el interior, bajo la pluma de Édouard Kimberly, el resto. “El 16 de junio, Irene Urdangarin celebró en Ginebra el final de sus estudios y su cumpleaños. Su abuelo Juan Carlos de España y su padre Iñaki Urdangarin coincidieron en esta ocasión con el resto de la familia. Con la excepción de Felipe VI y la reina Letizia, cautelosos frente a los asuntos que amenazan al antiguo soberano más que nunca”, empieza el artículo. “Excepto por el funeral del rey Constantino de Grecia en enero pasado, la familia real española no ha aparecido unida durante muchos años. Después de su exilio en Abu Dabi, en agosto de 2020, el propio Juan Carlos ha tenido que esperar largos meses antes de poder regresar, con breves incursiones en España, para participar en las regatas tradicionales de Sanxenxo”, sigue el artículo.
Todo empezó en Botsuana en 2012
Además, también se refiere al encuentro entre el emérito e Iñaki Urdangarin: “Sus últimos encuentros públicos datan del final del asunto de Nóos. Justo antes de la ceremonia de graduación de la Escuela Internacional de Ginebra, ambos se reencontraron en el hotel Four Seasons Hotel Des Bergues. Los dos hombres intercambiaron algunas palabras. Iñaki habría dado el primer paso preocupándose sobre la salud de su exsuegro”.
“Con el escándalo de Botsuana en 2012, una caja de Pandora se abrió y sigue siendo imposible de cerrar”, recuerdan, refiriéndose al episodio protagonizado por el emérito, “que siempre ha sido conocido como el salvador de la democracia española”. “El rey emérito permanece en el corazón de muchos escándalos, probados o no”, finaliza el autor.