Enésimo escándalo en la Casa Real. Y este, veremos si hace que de una vez por todas, la monarquía española ruede por el suelo y ya no se levante nunca más. Como si fuera una metáfora del último tropiezo literal de Juan Carlos, pegándose una nata al salir de un coche, sin que el escolta pudiera hacer nada, la monarquía tiene una piedra seria en el zapato después de la información publicada por el diario suizo Tribune de Genève. La fiscalía suiza está investigando una cuenta con 100 millones de dólares del emérito en Ginebra, dinero procedente supuestamente de una donación del 2007 del ministerio de Finanzas de la casa real saudí al beneficiario de la cuenta en el banco Mirabaud. Cuenta corriente que iba a nombre de la fundación Lucum, una entidad panameña de la cual Juan Carlos I es el único beneficiario.

GTRES

Los diarios españoles, silencio absoluto. Vergüenza ajena hacía mirar las portadas de algunas cabeceras donde no hay ni rastro de lo que apunta a escándalo real. Y el rastro son, ni más ni menos que 100 millones de dólares. Pero esta cuestión no interesa. Eso sí, cuando alguien osa mancillar la bandera española, no hay bastantes páginas en los diarios para hablar. O cuándo se trata de alguna cosa que haya hecho algún político independentista. Pero a Juancar, ni tocarlo. Xavier Sala-i-Martín ha reflejado mejor que nadie la indecencia moral, no sólo de algunos medios, sino también de políticos como Inés Arrimadas, Pablo Casado o Pedro Sánchez:

Quédense con esta frase lapidaria: "Ya no estamos en la Edad Media. Vuestro silencio será su fin". No tardaremos en verla hecha realidad.