Felipe de Borbón es analizado como rey pero muy pocas veces como hombre. En los dos aspectos es muy poco interesante. La mayoría de las reinas sufren el análisis detallado de su indumentaria, maquillaje, look u operaciones de cirugía estética. Pasa lo mismo con las políticas, que reciben un escrutinio de su físico e imagen que no acostumbran a recibir los hombres. Será porque las mujeres se fijan más o será por el sexismo que impregna a hombres y mujeres. Pero si de Letizia se mira con lupa la ropa o el aspecto, Felipe tiene que recibir en justa equidad el mismo escrutinio. Cuesta más porque da pereza: es aburrido en todo, en los looks, en los trajes, en los complementos, en la barba, en la expresión... En comparación con Letizia, Felipe es poca cosa. Y lo sabe. Pilar Eyre destapa la envidia y la ira de Felipe por la atención que recibe Letizia. Escribe en Lecturas: "Cuando cumplieron diez años de matrimonio, le dedicamos en el diario donde trabajaba (El Mundo) un suplemento especial muy elogioso. Nos llamaron muy molestos, “Le habéis dedicado 15 páginas a la princesa y solo 4 al príncipe… No nos ha gustado”. Felipe tiene frío en los pies. Sabe que sus 10 años de reinado han sido el reinado de Letizia.
La cronista catalana escribe un detalle del absurdo exhibicionismo, la acomplejada ostentación de Felipe en un detalle de su ropa. Es conocido que se hace hacer los trajes a medida y que no se desplaza a casa del sastre sino que es un experto modista quien visita al rey en Zarzuela para tomarle las medidas y hacerle la ropa expresamente para él. Felipe exige un detalle al sastre que había pasado desapercibido hasta ahora: que la manga derecha sea más corta que la izquierda. ¿Cómo? ¿Es cojo? ¿Es jorobado? ¿Tiene un brazo más corto que el otro? Hasta ahora sabíamos que Felipe sufre onicofagia, una enfermedad mental que hace que se coma compulsivamente las uñas hasta hacerse sangre en las puntas de los dedos. España tiene un rey que se autolesiona, pero tampoco se explica nunca. EN Blau mostró las fotos de las manos ensangrentadas. La novedad es otra. Eyre destapa por qué Felipe exige la manga derecha más corta: para exhibir mejor los relojes de lujo que se compra y luce en la muñeca de la mano derecha.
Aparte de andar con la mano en el bolsillo, un esperpento hortera, Eyre explica el detalle del sastre: "Manías con la ropa. Letizia mide 1.65 y pesa 49 kilos. Tiene una talla 34 y aun así a veces le tienen que meter la cintura porque le sobra. No le gusta llevar medias, ni joyas, ni abrigos de piel, aunque le apasiona la ropa. Felipe lleva el reloj en la mano derecha, como su padre, y le hacen la manga derecha más corta para que pueda lucirlo. Usa la misma talla desde hace veinte años y le sirven los mismos trajes, con ligeros arreglos que realiza un sastre en casa". Lo que ahorra repitiendo trajes se lo gasta Letizia en modelitos de talla 34, la misma que la actriz Emma Watson, Hermione en Harry Potter. A menudo hay que desviar el foco de la operada y vigoréxica Letizia y girarlo al acomplejado, ostentoso y adicto al lujo Felipe.