Letizia y Felipe llevan casi 19 años siendo marido y mujer. Se dieron el "sí, quiero" con mucho amor y ante centenares de invitados. El enlace nupcial se celebró en la catedral de la Almudena, pero la comida se celebró en el Palacio Real. Allí no faltó casi nadie: Juan Carlos, Sofía, Paloma Rocasolano, Jesús Ortiz, los Urdangarin... y todo tipo de reyes del mundo. Desde el de Marruecos al de Holanda, pasando por Margarita II de Dinamarca o el 'cagón' Rey Harald V de Noruega. Tampoco faltó Carlos III de Inglaterra, entonces príncipe, que se quedó con hambre, al igual que el resto de invitados. Y es que el menú real dejó mucho que desear...
Lo ha contado Miguel Ángel Revilla en más de una ocasión e incluso el propio suegro, Juan Carlos I, le ha llegado a dar la razón. El banquete de bodas de los entonces príncipes de Asturias pecaba de comida. No es que estuviera mala, sino que había muy poca. Parecía un menú kid, como la comida que se le da a los niños que saben que no comerán como los mayores. Pero eso no es todo: a Revilla los entrantes, el pica-pica, le supo a muy poco. "Yo esperaba allí unas langostas de kilo para empezar", explicaba el presidente de Cantabria antes de revelar que, para sorpresa de él, se encontró con jamón y queso. "Pensé que habría un gran menú, por eso le dije a mi esposa que no abusara del jamón y del queso", recuerda. Pero no...
Revilla se llevó un buen chasco, al igual que todos los invitados, cuando vio que el menú degustación no estaba a la altura del evento. Se casaban los futuros reyes de España y los alimentos que les daban los más de 100 camareros eran, como dice el cántabro, un canapé y unas rodajas de pularda. Del postre no da detalles.
Las consecuencias para Revilla
Igual que Isabel II le dijo a Paul Burrell que en Inglaterra hay gente que trabaja por el país que no sabe ni quiénes son, en España debe pasar lo mismo. A los pocos días de dar estas declaraciones, Revilla se sintió coaccionado por una comprometedora llamada que recibió, en la que, según 20 Minutos, "la televisión iba a acabar con él por sus declaraciones". No pasó nada de esto: Revilla se reafirmó y sintió el apoyo del pueblo, que lo idolatra. También recibió el apoyo de Su Majestad El Rey Juan Carlos. 'El Campechano' le dio la razón: el menú no había estado a la altura de las expectativas.
Un menú federal encargado por Sofía
Lo cierto es que a Revilla le deberían haber hecho la puñeta, porque el menú constaba de hasta 17 aperitivos pensando en las 17 comunidades autónomas. Además, el ingrediente principal el primer plato fue el bogavante, mientras que el del segundo fue ave, para que así pudieran comer judíos y musulmanes sin problemas. La tarta, además, pesaba 150 kilos y hacía 2 metros de altura, tres centímetros más que 'El Preparao'. A todo eso, este menú fue encargado por la reina Sofía. Así que, Revilla, si tienes alguna queja, vete a la emérita.