De las cuatro mujeres mayores de Casa Real, la emérita, Letizia y las dos hermanas del rey Elena y Cristina, la que ha experimentado un cambio más radical en su imagen es la infanta Cristina. Este año cumplirá 60 años, una edad joven para cualquier mujer divorciada y con los hijos mayores de edad. Una segunda juventud después de eliminar el peso de Iñaki Urdangarin a su vida. Le costó pero firmado el divorcio Cristina ha decidido cambiar de imagen. Lo más significativo es sacarse la verruga que le afeaba la cara. Ha perdido peso, viste con colores más vistosos, se ha cortado el pelo y quizás por eso muchos le atribuyen un supuesto nuevo amor en Barcelona que nunca nadie acaba de confirmar.

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Cristina luminosa ante Irene Urdangarin, GTRES

El repentino cambio contrasta con Elena, la huraña, malvestida y malhablada hermana mayor de Cristina. La exmujer de Jaime de Marichalar no hace dos años que se divorció sino veinte, un tiempo más que prudente por haber rehecho su vida sentimental. Nada, ha quedado para vestir santos. Cristina también es ultra religiosa y difícilmente se casará o se aparejará otra vez, pero no quiere parecer siempre amargada como la infanta Elena. El suyo cuatro hijos Urdangarim Juan, Pablo, Miguel e Irene, son adultos sanos, honrados y guapos. No muy trabajadores pero eso va con el apellido Borbón. La revista Hola, acostumbrada a hacer hagiografías de la Familia Real, explica el secreto de belleza de Cristina: no come carne. No es una animalista tan concienciada como su madre Sofía que es vegetariana, ni como la tía Irene de Grecia, tía Pecu, que es vegana. La revista define a Cristina como pescetariana. Cristina solo renuncia a la carne pero no al pescado ni al marisco. No deja de comer ostras, el sushi ni el marisco. Infanta pija de Pedralbes, la heredera más rica de la zona alta de Barcelona donde se jubilará con los millares de millones que heredará de Juan Carlos.

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Cristina y Sofía viendo un partido de balonmano, GTRES

¿Qué come una infanta de España? Elena prefiere los bistecs y el rabo de toro, Cristina es más fina: "La infanta sigue una dieta pescetariana rica en antioxidantes y vitaminas. Cuando eran jóvenes, las dos infantas y su prima, la princesa Alexia, se propusieron seguir los hábitos dietéticos de Sofía, casi vegetariana, y de la princesa Irene, que es vegana, pero solo Cristina se mantuvo firme. Elena cambió enseguida de opinión, porque es carnívora, y Alexia también terminó comiendo de todo. Cristina cuida muchísimo la alimentación y su dieta incluye verduras, frutas, legumbres, huevos, lácteos, marisco y pescado. Le apasiona el sushi, al igual que a sus hijos, la cocina española y no se puede resistir a un arroz, una tortilla o un gazpacho. A partir del almuerzo, los carbohidratos están prohibidos y la mayoría de las cenas las salda con un puré de verduras. Le gusta hacer la compra, sabe cocinar —aprendió en 1990, cuando hacía un máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Nueva York—, aunque no es una apasionada de los fogones".

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Alexia y Elena saliendo de comer, llenas, GTRES

Cristina lo tiene todo a punto para instalarse a vivir en la Avenida Pedralbes: el piso de lujo, el look de señora pija y mesa en los mejores restaurantes de Barcelona. Eso si, la carne animal como la masculina: ni tocarla.