Las últimas semanas se ha producido un fenómeno que empalaga: algunos lo han bautizado como Leonormanía, y con el nombre queda todo dicho. La obsesión por la princesa, a la que Zarzuela no ha parado de sacar a pasear, una leonormanía fruto de sacar a la heredera hasta en la sopa. A la hija de Felipe y Letizia la hemos visto en todas partes, como si fuera Teo o Tintín, pero con tufo de naftalina. Leonor va a la jura de bandera, Leonor jura la Constitución, Leonor visita el 'Pueblo Ejemplar de Asturias', Leonor preside los Premios Princesa de Asturias, Leonor celebra su cumpleaños o Leonor vuelve al Ejército. Después de la sobreexposición de Leonor, la princesa ha vuelto a la academia militar donde está haciendo el primer curso de su formación militar.
Y allí hemos sabido, lo ha explicado el programa Socialité de Telecinco por boca de un cadete compañero suyo, que más allá de ir a su pizzería de cabecera, a Leonor le está interesando qué pasa a altas horas de la madrugada y los locales para ir de fiesta más allá de las doce. Según el cadete, "Aunque ahora está en otro curso y se relaciona con más gente, sus amigos son los de siempre. Hace poco me comentaron que se había interesado por los sitios por los que salir de fiesta en Zaragoza para ir con su gente". Quién sabe, quizás alguien le preguntará directamente a la princesa en qué locales de moda de Zaragoza la podemos encontrar los fines de semana. Esta u otras preguntas y curiosidades que quiera saber la ciudadanía se las podrán hacer llegar porque en Palacio han tenido una idea.
Tal como explica Monarquía Confidencial, "la Casa del Rey ha decidido crear un canal de comunicación de los ciudadanos con la heredera cuya creación fue una idea conjunta de Leonor y sus padres". Segons l'entorn dels Borbons, “El interés de Leonor por conocer y su interés por los demás le viene inculcado desde bien pequeña. Ahora intercambia opiniones con sus padres, quienes en la mayoría de ocasiones aprueban y llevan a cabo”. Contrasta el hermetismo y la burbuja en la cual tenían a la princesa y su hermana Sofía cuando eran pequeñas con esta sobreexposición y voluntad de mostrarla que tienen ahora. De ser una joven casi blindada e inaccesible, a permitir que quien quiera se le dirija y le haga preguntas. Según Zarzuela, "ahora se ha detectado que ese ‘tirón social’ de Leonor beneficia a la Institución y a su imagen como heredera, y se va a aprovechar".
“Ella tiene carisma, su comportamiento es intachable y acercarse a la ciudadanía ayuda a la Corona y a su imagen como futura reina". Hablando en plata, quieren utilizar a la heredera como reclamo para limpiar la imagen de la monarquía y hacer que los jóvenes se interesen en los aspectos de palacio. Pero tanta transparencia tiene trampa. Y es que por mucho que en Zarzuela se llenen la boca diciendo que los fans y seguidores de la Corona y de Leonor se pueden dirigir a ella, no será ella misma la que les responderá. El canal abierto por la Casa del Rey ofrece a los ciudadanos ponerse en contacto con Leonor "y que le hagan llegar mensajes a su libro de visitas. El elevado volumen de escritos, sin embargo, obliga a los responsables de la web a advertir de que los mensajes no serán respondidos de manera 'personalizada'". ¿Entonces, donde está la gracia? Una engañifa de traca. La gente escribiéndole, haciéndole comentarios o preguntas, y los mensajes los responderá cualquiera que pase por allí, algún subsecretario de Letizia o el que les lleva el desayuno cada mañana.
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