Por todo el mundo es conocida la fama de mujeriego de Juan Carlos I. El emérito ha estado con un total de 5.000 mujeres, la mayoría de ellas prostitutas de lujo. Solo eran relaciones esporádicas, aunque de algunas llegó a enamorarse, como de Bárbara Rey, Corinna Larsen o Marta Gayà. La última se ha convertido en su mejor amiga y a día de hoy aún se ven. No obstante, con la empresaria alemana, con quién hasta hace poco tiempo tuvo un juicio en marcha, todavía podrían mantener el contacto. El padre de Felipe VI estuvo a un paso de divorciarse de la reina Sofía por Corinna. Se lo comunicó a sus hijos.

La reina Sofía era conocedora de todas las infidelidades de Juan Carlos. Estaba informada de todos sus movimientos, aunque a veces no llegaba a tiempo para pillarle, a él también le avisaban y conseguía librarse de las mujeres.

Corinna Larsen y Juan Carlos I

El año pasado, Corinna Larsen, quien conoce muy bien al emérito, reveló en su podcast el nombre de algunas amantes de Juan Carlos. Bárbara Rey, Marta Gayá, Sandra Mozarowsky o Queca Campillo, entre otras. Aunque la gran protagonista de su historia es Sol Bacharach, según ella la culpable del fin de su relación con el exmonarca. Fue la empresaria quien zanjó su romance cuando descubrió que se veía con la otra.

Juan Carlos engañó a Corinna Larsen con Sol Bacharach 

Para ella fue como “una traición”, además en un momento muy delicado, la muerte de su padre a causa de un cáncer. Al parecer, el monarca le recriminó que hubiera estado ausente durante los meses que duró la enfermedad de su progenitor y le comunicó que había conocido a otra persona. "Su nombre es Sol Bacharach, una empresaria rubia española", afirma Corinna.

Sol Bacharach mediaset

Esta abogada tuvo que superar muchas dificultades a lo largo de su vida. Su primer marido, el político Manuel Broseta, fue asesinado en 1992 de un tiro en la nuca por la banda terrorista ETA. Poco tiempo después también falleció su hermana.

Aunque su peor etapa fue cuando se refugió en las drogas. Una historia que detalló ella misma en el desaparecido ‘Programa de Ana Rosa’. "La adicción no es algo marginal y afecta a muchas personas", afirmó Bacharach al hablar de su caso: "Hay que vivirlo como una enfermedad y hay que acudir al profesional (...) o la tratas en un psiquiátrico o te mueres”.

Empezó en este terrible episodio por una adicción a los ansiolíticos. Sufría mucho estrés. "Descubres lo bien que te sienta, te automedicas más... Un día no te hace efecto, mezclas con otras cosas". Además, no quiso señalar la muerte de su marido como responsable de su caída a los infiernos: "Hay muchas víctimas de ETA que no se vuelven adictas".