En el Palacio de la Zarzuela, el personal de servicio está sujeto a normas muy estrictas para proteger la privacidad de la familia real. Entre estas reglas destaca la cláusula de confidencialidad, que les prohíbe hablar sobre los miembros de la realeza fuera de las paredes del palacio. Esta norma es fundamental en sus contratos y garantiza un alto nivel de discreción. Además, no cualquiera puede acceder a trabajar en un entorno tan exclusivo, donde las expectativas de profesionalismo y reserva son máximas.

La relación de los empleados con la reina Letizia es especialmente cautelosa. Según el primo de la reina, David Rocasolano, Letizia se ha ganado una reputación entre el personal por ser una persona con carácter controladora, y en algunos momentos, incluso estricta y exigente. En su presencia, los trabajadores se mantienen en silencio, respetando el ambiente de formalidad que ella prefiere. No obstante, a sus espaldas, el personal ha adoptado un término coloquial para referirse a ella: “la jefa”. Este mote refleja el respeto, pero también un ligero distanciamiento, por la forma tan particular en la que Letizia se relaciona con ellos.

Letizia

La princesa Leonor, mucho más cercana con el servicio que la reina Letizia o la emérita Sofía

Diferente es el caso de la princesa Leonor. La joven, en buena parte harta del control de la reina Letizia, muestra un carácter más despreocupado. Algunas de sus actitudes rompen con los cánones que siempre se han movido en la monarquía. Buen ejemplo de ello son las salidas nocturnas en las que ha sido vista y fotografiada. Escapadas que ya realizaba cuando estaba en Gales y que ha potenciado desde que regresó a España. El año pasado fue habitual verla por la zona universitaria de Zaragoza cuando en la Academia Militar le dejaban tiempo libre. Mientras que este año, durante su paso por la Escuela Naval de Marín, tampoco ha perdido la oportunidad de conocer la vida nocturna de Pontevedra.

Asimismo, aunque en los actos públicos muestra una actitud impecable, es mucho más informal en las distancias cortas. Natural, abierta, simpática y sincera, se nota que Leonor forma parte de otra generación. Además, ella misma es consciente de que, si quiere asegurar su reinado, debe mostrar cercanía con las generaciones más jóvenes.

Leonor proclamación felipe

El servicio de Zarzuela tiene un mote específico para la princesa Leonor

En esta línea, su forma de tratar con el servicio de Zarzuela es muy distinto al de la reina Letizia o al que practicaba la reina emérita Sofía. De ella dicen que era muy estricta, llegando a escenas de tirar la ropa limpia al suelo si no estaba perfectamente planchada.

Leonor, en cambio, es mucho más cercana, mostrando el respeto que merecen los trabajadores de palacio y del que durante años no han disfrutado. Es por eso que la relación que tienen con Leonor es natural, como la que tienen las personas normales. De ahí que no la llamen majestad o princesa. Ni siquiera la llaman Leonor. Cuando se refieren a ella lo hacen como ‘Leo’, abreviación de Leonor, lo que denota una gran confianza.