Juan Carlos es conocido por todos por su fama de mujeriego y el dinero, sus dos perdiciones. No es ningún secreto que el emérito engañó a la reina Sofía con otras mujeres en numerosas ocasiones. El excoronel Amadeo Martínez Inglés habla de todo un “depredador sexual” que ha mantenido relaciones íntimas a espaldas de su mujer con más de 5.000 mujeres. La mayoría de ellas prostitutas de lujo que pagaba con fondos. Tenía una en cada ciudad. No obstante, también pedía conocer a algunas artistas, como Sara Montiel o Bárbara Rey. De algunas llegó a enamorarse, y ese fue su peor error, como con Corinna Larsen. Con la empresaria alemana estuvo a un paso de divorciarse de la reina Sofía. Habló del asunto con sus tres hijos, y a los tres les parecía una barbaridad.
Según Joaquín Abad, muchas de las mujeres que mantenían relaciones íntimas con Juan Carlos recibían altos ingresos por ese trabajo. Juan Carlos se fijaba en una mujer de la televisión y sus asesores contactaban con ella. “Juan Carlos quiere estar contigo”, “vale, pero yo no quiero estar con él, si me paga vale”, le contestaban. Les pagaban en el hotel Villamagna y “quien le pagaba era Manuel Prado y Colón de Carvajal”. “Creo que le daba 500.000 pesetas por cada encuentro”, dice.
La reina Sofía quería descubrirle con una mujer
Era una amante de Juan Carlos que Joaquín Abad menciona en su libro, trabajaba en TVE, y se volvió loco al verla en televisión. Tenía deseos de conocerla. Los servicios secretos fueron los que movieron los contactos. El emérito no tenía que hacer nada, solo esperarla en la habitación sin levantar sospechas. Estaba todo preparado para que no trascendiese a la prensa, y para que tampoco se enterase la reina Sofía, que en aquel momento ya tenía la mosca detrás de la oreja. Sabía que su marido no le era fiel.
La reina Sofía quería descubrirle en la cama con otra mujer para romper su relación para siempre con pruebas. Quería convencerse de que el monarca nunca la quiso y la engañaba con muchas. En una ocasión, cuando descubrió su relación con Bárbara Rey hizo las maletas y se marchó con sus tres hijos, entonces eran muy pequeños, a la India con la reina Federica, que estaba en el exilio. Le confesó a su madre que iba a divorciarse y no iba a volver a Zarzuela, pero la reina Federica le obligó a cumplir con su labor. Tenía que aguantar, era el papel de una buena reina.