La semana ha empezado movidita. La serie del momento no es la cuarta temporada de The Crown, es The Borbons con el enésimo capítulo sobre los escándalos y affaires del rey Juan Carlos. Él quizás huyó con el rabo entre piernas, pero ahora son las polémicas las que lo persiguen a él. Por ejemplo, con la minuciosa descripción de Pilar Eyre sobre cómo mató a su hermano. O con Corinna diciendo que su entorno le suministró hormonas femeninas para bajarle la líbido: "Para quitarle la fuerza. Para quitarle testosterona y todo eso. Le han quitado todo, ni podía estar con una mujer ni nada".
La examante del emérito diciendo que Juancar no podía hacer aquello que durante siglos ha sido el motor de su vida. Cuando el Borbón no estaba hormonado y el toisón de oro le funcionaba, lo que sí hacía a menudo era visitar muchos hoteles, resorts de lujo y rincones escondidos de la luz pública para dar rienda suelta a sus pulsiones erótico-festivas. Pero cuando lo hacía, tenía que guardar las apariencias ni que fuera un mínimo. Cuando menos, tratar de continuar en el anonimato y que el personal ni la prensa no hiciera demasiadas preguntas indiscretas.
El diario El Español habla de cómo el emérito ha despistado a los medios de comunicación a lo largo de los años. Lo hizo en el 2010 cuando ingresó en el Clínico. ¿Cómo? Registrándose con otro nombre, un seudónimo, en lugar de su nombre secular que encendería las alarmas, Juan Carlos Alfonso Víctor María de Borbón y Borbón-Dos Sicilias. Un nombre falso que también utilizó para volar de Oporto a Abu Dhabi en el mes de agosto. O que utilizaba cuando iba arriba y abajo con las amiguitas: Juan Sumer. Ridículo. Parece un nombre en clave de un malo de Mortadelo y Filemón. Quizás quería homenajear al líder de los Hombres G, David Summers, que cantaba aquello de Hoy voy a pasármelo bien o Dejad que las niñas se acerquen a mí. ¿Por qué este nombre? Juan está claro. Pero Sumer es un acrónimo de SU Majestad El Rey.
Explican que le dio la idea Bárbara Rey, su amante más ilustre antes de Corinna, y que a él le hizo tanta gracia que se lo apropió y lo empezó a utilizar para registrarse así en los diferentes hoteles. Pero a Juan Carlos se le ha acabado ir de incógnito con sus amantes. Ahora la única que se quiere citar con él es la Fiscalía. Para Juan Sumer, winter is coming.