Letizia tiene una relación muy extraña con el alcohol. En Zarzuela alimentan el rumor de que la reina es abstemia, que no prueba el alcohol, que prefiere la vida healthy. Y alimenta esta fama con un gesto habitual y de muy mala educación en las cenas de Estado, aquellas que preside Felipe VI como jefe del Estado y que acaban cada discurso del monarca levantando las copas y haciendo el brindis real. Letizia gala tras gala hace el ridículo y se niega a beber un sorbo de la copa de cava. Es una actitud tan extraña que más que abstemia parece exalcohólica. De aquellas que no pueden ni ponerse colonia porque el terapeuta las obliga a mantenerse lejos del alcohol. Este fin de semana ha hecho una excepción en Asturias. Ella era el anterior titular del honor, princesa de Asturias, hasta que lo cogió la hija. Y nació en Oviedo. Es asturiana de nacimiento. Ha pasado por el aro de beber sidra en público. De forma patética:

Letizia bebe sidra GTRES

Letizia miente cuando dice “Yo, como no bebo, me acerco la copa solo a los labios. Y me critican porque dicen que no bebo. Pero es que yo no bebo nada de vino. (…) No bebo ni café ni vino, soy incapaz. Pero es que ni siquiera con amigos. Ahora soy abstemia completamente”. Existe la excepción asturiana como revelaba la prensa local el fin de semana:  "Letizia en una escena cotidiana asturiana, bebiendo con los ojos cerrados, disfrutando del trago y pendiente de que no se cayera una gota que pudiera mancharla". O sea no es cierto que sea abstemia. De hecho le gusta mucho la cerveza. Pero nunca en público. Para no ir piripi como parece en la foto de la risa cabizbaja que abre esta noticia.  El cinismo habitual de Casa Real. La cena de Estado con que España recibió al presidente chino fue un despropósito:

Letizia y el brindis de Estado, GTRES

Hasta aquel día habíamos visto las fotografías del brindis oficial de Estado, aquel que dedica el anfitrión, el rey Felipe VI, a sus invitados. Copa alta, cava o champán y unas palabras sobre la amistad hispano-china. Había que hacerles la pelota a los chinos que invierten millonadas en España. Como dijo Hillary Clinton: ¿"Usted provocaría la ira de su banquero"?.. Letizia no es Hillary e hizo una jugarreta a los chinos: no hacer una excepción a su supuesta aversión al alcohol. Contraviniendo los manuales de civismo, durante el brindis más importante de la Casa Real decidió incumplir la norma y no dar un trago de la copa sino eso tan extraño:

Letizia en lugar de beber, como hace toda la mesa por educación con los invitados, olfatea el contenido de la copa, por si alguien la quería envenenar. La nariz de Letizia no detecta arsénico dentro del champán pero aparta la nariz y guarda la bebida sin probarla. Nadie la ve porque todos tienen el brazo alzado bebiendo en señal de cortesía. El protocolo del brindis es como todos: hay que respetarlo. El presidente chino a su derecha bebe, Pedro Sánchez a su izquierda bebe. Chinos y españoles, presidentes autonómicos, Begoña Gómez... en la foto todo el mundo bebe menos a los camareros del fondo y Letizia Ortiz. La imagen congelada es descomunal:

Todos bebiendo menos ella, Twitter

Letizia, toma nota. Este es el Protocolo del brindis: de pie y en silencio mientras habla el anfitrión, copa por debajo de los ojos, mirar al anfitrión, no chocar las copas y beber al final del discurso, solo un trago. Y sobre todo no decir chin chin.