La reina Sofía no atraviesa su mejor momento. Se siente arrinconada y sola. Debido a su edad, piensa que su final está cerca y no quiere abandonar la institución, lleva al servicio de la corona casi cincuenta décadas. En todo este tiempo ha conocido a numerosas personalidades. Aunque ahora mismo podría ser uno de los mayores enemigos de la corona, Jaime Peñafiel fue el gran defensor de Juan Carlos I y Sofía. A día de hoy, aún les defiende a capa y espada de las artimañas de Letizia. Cubrió todos sus actos y viajes internacionales hasta 1984. De 1966 hasta ese año trabajó para la revista ‘Hola’, se especializó en crónica social, y especialmente en la Familia Real Española.
Jaime Peñafiel es una de las personas que más sabe de los Borbón. La reina Sofía llegó a utilizarlo de confidente. Sin embargo, el periodista se siente totalmente desilusionado con la emérita porque no le ayudó en sus momentos más complicados. A sus 91 años, el experto en Casa Real ha recordado en una entrevista con Joaquín Prat el dolor más grande de su vida, la muerte de su hija a los 21 años de edad. “Yo he tenido muchas desgracias, a mí se me ha muerto mi hija Isabel con 21 años, por las drogas”, ha confesado. Recuerda una anécdota que vivió con el general Sabino en 1995, jefe de la Casa Real. “El día que muere mi hija, hacían pocos días que se le había muerto su sexto hijo. Tuvo diez hijos y se le murieron seis. Me vino a dar el pésame y me dijo que lo mío era peor porque se me había muerto mi única hija y a él todavía le quedaban cuatro...", contaba Jaime.
Jaime Peñafiel nunca perdonará a la reina Sofía por su desinterés con la muerte de su hija
Lamenta haber dejado sola a su mujer en un momento tan complicado, y es que él no quiso ver el cuerpo sin vida de su hija. “Me negué a verla porque tenía pánico a ver su cadáver. Fue su madre la que asumió todo, cosa que también me avergüenza. Tampoco podía hacer nada. Es algo que no he superado, que me perseguirá siempre”, confesaba apenado.
Es algo que nunca se perdonará, igual que tampoco perdonará a la reina Sofía por su actitud. “El rey Juan Carlos me llamó enseguida, la reina no. Tardó un mes en darme un pésame y lo hizo con una carta. Siempre ha sido muy digna, una gran sufridora, pero aquello me dolió mucho”, confesaba. “Le pedí una audiencia cuando me enteré de que mi hija estaba enganchada porque necesitaba hablar. Ella no me contestó y le pasó la carta al Rey”, algo que Jaime sigue sin perdonarle a día de hoy a la reina Sofía.