La reina Sofía tiene a ocho nietos Borbones por orden de nacimiento: Froilan, Juan, Victoria, Pablo, Miguel, Irene, Leonor y Sofía. Pero también tiene su familia griega, los hijos de su difunto hermano Constantino. El heredero del inexistente trono griego, Pablo de Grecia, el primogénito, vive en los EE.UU., en Nueva York, casado con una multimillonaria heredera de un imperio británico: Marie Chantal Miller. Y desde que la familia "real" de Grecia obtuvo la ciudadanía griega el diciembre pasado que todos los hijos de Pablo están obligados a hacer al servicio militar obligatorio que en aquel país no se derogó como pasó en España. Todos los hombres jóvenes griegos, las mujeres están exentas no se sabe exactamente por qué, están obligados a servir un tiempo al Ejército y el primer royal que pasará por este aprieto es el hijo mayor de Pablo, Constantino de 26 años. El guapísimo heredero de la fortuna materna y del inexistente reino paterno tiene que hacer la mili.
Pau de Grecia, que ejerce como jefe de este tipo de Casa Real inexistente ha escrito: "Mi hijo se unirá al ejército en Grecia. Eso llegará en algún momento, como pasa con todos los griegos. Estoy feliz por eso. Es el derecho y el derecho de su país. Durante los años que fuimos privados de nuestra ciudadanía, fuimos impulsados por el deber y el honor de servir nuestro país con lealtad y devoción desde dondequiera que estuviéramos, con todos nuestros medios. Los mismos principios seguirán guiando el rumbo de nuestra familia". Es decir, si hace décadas que vagan por el exilio reclamando derechos como griegos ahora no pueden negarse a cumplir las obligaciones como griegos. Después de Constantino le tocará hacer el soldado a sus hermanos machos: Aquiles, Odiseo y Arístides. La hermana Olimpia se lo ahorra. La reina Sofía tiene los nietos Borbón y los nietos-sobrinos griegos, los hijos de su sobrino Pau. Los ama a todos igual, quizás más a los griegos porque los españoles no le hacen ni caso y Leonor y Sofía ni la conocen.
La reina Sofía siempre se ha quejado de que no le dejan ver a las nietas pequeñas, a las hijas de Letizia. La razón del distanciamiento tiene un nombre: Paloma Rocasolano. La madre de Letizia era la que entraba y salía de la Zarzuela y cuidaba de la educación de las nietas. El enfrentamiento entre las dos abuelas, paterna y materna, no se produjo ya que Sofía preferiría a que fuera su hijo quien pusiera remedio. Sofía solo ve a las niñas "en la tele", según confesión propia. La suegra del rey impone su criterio, como pasó durante el nacimiento de la futura reina Leonor. Rocasolano es enfermera y tuvo mucho a decir cuando el parto de su hija, todo un asunto de Estado, se complicó y tuvo que practicarse en Letizia una cesárea. Peñafiel lo recuerda tildándola de "sindicalista y republicana", como si fueran insultos. Pobre abuela emérita, está como Grecia, fastidiada.