En Zarzuela ya no queda ningún matrimonio de pie: todos los integrantes de la Familia Real se han divorciado. Las cuatro mujeres de los cuatro matrimonios de Zarzuela están separadas y/o divorciadas. La primera fue Elena y el "cese efectivo de la convivencia conyugal" con Jaime de Marichalar, de quien filtró "consumo de cocaína", literal. Siempre se ha sospechado que Jaime tenía aventuras con otras personas. Letizia se divorció de su primer marido, Alonso Guerrero, supuestamente por terceras personas, ya que la reina ha dejado claro a Felipe, escarmentada, que no piensa soportar infidelidades. Este 2023 se firmará el divorcio de Cristina, que vive separada de Iñaki Urdangarin desde que salió de la cárcel. Nunca volvieron a vivir juntos: él en Vitoria, ella en Ginebra. Al final el divorcio cae por su propio peso: hay terceras personas: Ainhoa Armentia. Y queda el caso de la reina Sofía, que vive separada legalmente de Juan Carlos. En su caso no hay terceras personas. Hay trescientas personas, las amantes del rey. Hará 4 años que viven en diferentes continentes: él en el Asia, ella en Europa. No son matrimonio. Pero tampoco se divorcian. ¿Por qué? El entorno de la emérita lo filtra a la revista más próxima a Sofía, Hola.
La revista más royal se niega a definirlo como lo que es, un matrimonio fracasado, pero habla con las personas más próximas a Sofía dentro de Palacio para saber cómo es la relación entre los viejos reyes separados. Entre líneas se puede leer que Sofía aguanta casada por dos razones: para mantener el estatus y por una segunda causa, la venganza final. La última frase del artículo revela cuál es el sueño húmedo de Sofía: "Hubiera sido entrañable poder acompañarse en los últimos años, pero la vida tenía otros planes. Lo que no va a cambiar es que seguirán casados hasta el final. Sofía nunca se quitará el anillo de casada. Tampoco lo hizo la Reina Victoria Eugenia, que también vivía separada de Alfonso XIII. Seguían compartiendo celebraciones y cuando llegó el momento final para el rey, allí, en Roma, estaba su mujer dándole la mano en su lecho de muerte". Por eso quiere el anillo de casada la reina Sofía, para estar la primera en el funeral de Juan Carlos, apretar fuerte la mano muerta de su marido en el féretro y susurrarle al oído en su perfecto inglés (Sofía no habla castellano): "Fuck you". Que te jodan.
La emérita sufre porque ha visto morir a su hermano pequeño, Constantino y ha visto enfermar de Alzhéimer a su hermana pequeña, Irene. Sofía, como la hija mayor de los reyes de Grecia, ya solo aspira a una cosa: sobrevivir a Juan Carlos y hacerlo en plenitud de facultades mentales. Solo hay una cosa que la atormenta: morir antes que Juan Carlos o sufrir Alzheimer y no poder asistir al funeral de su ex con plenitud de facultades mentales. No quiere verlo agonizar o sufrir. Lo quiere ver muerto.