Por todos es conocida la fama de mujeriego de Juan Carlos I. El emérito ha mantenido su matrimonio con Sofía, aunque desde que nació Felipe VI no han mantenido relaciones íntimas, ni tan siquiera han dormido en la misma cama. Ambos han hecho siempre vidas separadas. Cuando la emérita descubrió la primera infidelidad cogió a los niños e hizo las maletas y se marchó a la India, donde estaba exiliada la reina Federica. Ésta le dijo a su hija que volviese a Madrid. Un divorcio en la corona estaría muy mal visto, no le quedaba más remedio que aguantarse. Regresó, pero se sintió traicionada y humillada. Desde entonces se ha vengado de todas las mujeres con las que ha estado Juan Carlos.
Según desveló Jorge Javier Vázquez, Juan Carlos I tuvo un romance con la fotoperiodista Queca Campillo en la década de los ochenta. Y sucedió un episodio escandaloso delante de Sofía. “Dado los rumores que circulaban, era obvio que, a la esposa del rey Juan Carlos, Queca Campillo no le cayese para nada en gracia”, relata el presentador de televisión.
Queca Campillo estaba enamorada de Juan Carlos I
El catalán ha revelado detalles del documental Salvar al Rey, que tanto está dando de que hablar. Aunque era amigo de Queca, desconocía por completo esta relación. Campillo se lo contó a otros compañeros de profesión. No obstante, Jorge Javier Vázquez desvela un episodio insólito que sucedió ante los ojos de Sofía. La fotoperiodista acudió a un acto presidido por los entonces reyes de España y protagonizó una secuencia al más puro estilo ‘Instinto Básico’ de Sharon Stone. “Ese día se puso una falda corta, se sentó y le regaló al rey unas vistas que nunca olvidaría”, apunta el presentador. La madre de Felipe VI se percató, y desde entonces odió a Queca. La vetó en cualquier acto institucional.
Sin embargo, el romance que estuvo a punto de dinamitar el matrimonio de Juan Carlos I y Sofía fue con Corinna Larsen, tal y como detalla Vázquez en su blog de la revista Lecturas. “Corinna desplaza a Queca, que no era tonta y tenía claro que el emérito, además, estaba con otras. Pero, como no era tonta, sabía que lo de Corinna era para el rey muy especial, por lo que ella quedaba relegada a un tercer/ cuarto o vete tú a saber qué puesto. Ella, que como se explica en el documental le había hecho tantos favores a su amante. Ella, que había sabido ser discreta, no como esa Corinna que mangoneaba al monarca en cuestiones de negocios no siempre muy claros”, sostiene el presentador.