La Reina Sofía es un mar de dudas: mantenerse callada, obediente y sumisa ante las revelaciones sobre su marido infiel, o mandarlo todo a hacer puñetas y hundir más a Juan Carlos. La emérita, que podría estar a punto de largarse y volver a Grecia por el desprecio de Letizia y las nietas, tiene que respirar hondo cada vez que sale una nueva amante en la colección que el Borbón ha acumulado durante 58 años de matrimonio... y 8 más de novios. Demasiada presión, incluso para los privilegiados de sangre azul. El día que menos te lo esperes, dice hasta aquí y lo deja K.O. No sería una novedad. Ya lo hizo en 1954.

Boda Sofía y Juan Carlos GTRES

La bibliografía sobre los monarcas españoles es extensa, y durante esta crisis se impone revisar muchos títulos. Algunos, laudatorios. Otros, no tanto. Era 2012 y Pilar Eyre, gran cronista real catalana, presentaba "La soledad de la reina", abriendo el grifo de los nombres de amantes reales, cuyos nombres hasta entonces eran tabú. Por su parte, Màrius Carol publicaba "Uno tiene en el Savoy", una versión muy diferente de los 50 años de matrimonio. Aquí no había romances extramaritales, y Marta Gayà era una amiga, a secas. Se narran otras vivencias, y una bien jugosa: el primer contacto entre ambos en el crucero Agamenón, con miembros de las monarquías europeas post-Segunda Guerra Mundial. La pareja, 15 años ella, 16 él, no vivió un 'flechazo', pero sí un trompazo: Sofía lo tumbó en el suelo llave de judo, una disciplina que la griega practicaba y que, según su futuro marido, "no le serviría para nada" en su vida. La respuesta al prepotente Juan Carlos, un golpe que le hizo besar la lona. Por pasarse de listo.

Un té en el Savoy libro Juan Carlos y Sofia - Màrius Carol

Juan Carlos y Sofía jóvenes GTRES

Sofía riñe a Juan Carlos GTRES

Juan Carlos a punto de caer GTRES

Según explica Vanity Fair en palabras de Carol, la emérita no tuvo una buena impresión del español: "un príncipe gamberro y atolondrado". Quizás por eso lo escogió, creyendo que lo podría modelar a su gusto. Grave error. Aquel "atolondrado" ha arrastrado su honor por el suelo decenas a veces.