Tras un año separadas, la infanta Sofía y su hermana mayor, la princesa Leonor, pueden volver a estar juntas. Las dos hijas de Felipe y Letizia, muy confidentes la una con la otra, muy bien avenidas y que hasta ahora llevaban toda la vida juntas, han estado separadas por los estudios de la hermana mayor en el internado de Gales, donde ha hecho el primer curso de bachillerato. De su parte, Sofía ha continuado con sus estudios en Madrid, donde ha acabado el tercer curso de la ESO, y el próximo año abordará el cuarto y definitivo, antes de hacer los dos cursos de bachillerato. ¿Dónde? ¿En el mismo internado que su hermana? Chi lo sa. Ya veremos qué deciden sus padres. Lo que queda claro es que la infanta está radiante de felicidad al poder volver a hacer un plan de hermanas, en este caso, de hermanas y de padres. Los cuatro, la familia real, nuevamente reunida.
Una vez ha vuelto Leonor a España, vuelven las actividades de los reyes y sus hijas. La princesa ha reaparecido oficialmente después de volver de Gales y ella y su hermana han empezado oficialmente las vacaciones de verano. La última imagen pública de los reyes y las hijas, los cuatro juntos, fue hace unos meses cuando visitaron un centro de refugiados de Ucrania en Pozuelo de Alarcón, el pasado abril. Ahora, sin embargo, el motivo de reunión ha sido más cultural que social. Fue el pasado sábado cuando los monarcas fueron por sorpresa a los Teatros del Canal y allí hemos podido constatar dos certezas con respecto a la hija pequeña de los reyes. Una, salta a la vista: la infanta es más alta que su hermana Leonor, a pesar de ser dos años más pequeña. La otra novedad, sin embargo, cuesta más de ver a primera vista. Y es que tiene que ver con su sonrisa.
Tal y como recuerda El Español, hay un antes y un después en la sonrisa de la hija pequeña de los reyes, si tenemos en cuenta el tiempo que hemos estado en pandemia y dónde la mayoría de veces ha aparecido con mascarilla. Pero si miramos imágenes de febrero del 2020 y de ahora, comprobaremos que ahora Sofía lleva ortodoncia, cosa bastante habitual en los jóvenes de su edad. Lo que no es tan habitual es el tipo de hierros o brackets que se ha puesto, sólo al alcance de bolsillos que la rasquen. Porque la infanta se ha puesto unos brackets transparentes de zafiro en los dientes para corregir las imperfecciones que pueda tener, propias de su edad. Más estéticos que la ortodoncia habitual, su precio también es mucho más elevado que la ortodoncia habitual. ¿Por qué? Porque estamos hablando de que estos brackets, que "ofrecen al paciente mayor comodidad en su uso diario y están hechos a partir de cristal de zafiro, un material casi tan duro como el diamante", tienen un precio que puede llegar a los 4.000 euros.
Normalmente, Sofía suele aparecer mucho más sonriente que su hermana Leonor, que suele tener un ademán más institucional y parece más reservada que su hermana pequeña. Ahora, durante un tiempo, cuando veamos a la infanta sonreír, la veremos con estos brackets de zafiro.