La reina Sofía, 85 años, ingresada en un hospital privado, la Clínica Ruber de Madrid, no porque no confíe en la Sanidad Pública, que no debe confiar, sino porque es la clínica de los famosos, por discreción y trato de lujo. La madre de Felipe fue ingresada el martes por la noche a causa de una infección del trato urinario, de la cual su evolución está siendo "muy rápida y favorable", han informado fuentes de la Casa Real. Se encuentra "en observación", sin que el Palacio de la Zarzuela haya precisado hasta cuándo podría estar ingresada. Sofía tuvo su última aparición el lunes pasado en el funeral de su sobrino, Fernando Gómez-Acebo, que congregó en Madrid los reyes, Juan Carlos, las infantas Elena y Cristina y otros miembros de la familia. El sábado, asistió al convite de la boda del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, con Teresa Urquijo, también con el rey emérito y las dos hijas. La reina Sofía ha mantenido las últimas semanas su agenda de actos, que pretendía reanudar el viernes que viene con la visita el banco de alimentos oscenses. Su última imagen es esta:
Mientras su marido, Juan Carlos, ha visitado decenas de hospitales por diferentes y graves problemas de salud, en las articulaciones, en los pulmones o en la piel, Sofía no había sido nunca ingresada. Sufrió Covid pero sin más seqüelas. Ha sido la siempre imprescindible Pilar Eyre quien ha recordado qué otro momento tuvo Sofía un ingreso hospitalario, y sobre todo por qué. Lo mejor es que Eyre tiene la causa oficial de aquel ingreso, una humilde apendicitis, y la auténtica razón: un aborto, se sobreentiende que no deseado sino accidental. Otra vez que nos ha mentido la Corona, incluso antes de existir como tal, cuando Sofía era princesa y no reina, bajo el Franquismo. Eyre, fulminante: "La reina Sofía hospitalizada. Aparte del nacimiento de sus hijos, solo recuerdo una vez en que fue hospitalizada: fue en una visita a Grecia, ya casada con Juan Carlos. Dijeron que era apendicitis pero también se rumoreó que había sufrido un aborto". Estuvo en un hospital griego y nunca se ha sabido por qué hasta ahora, estaba embarazada y perdió su hijo o hija.
El problema de los Grecia es que no tienen la buena salud de los Borbones. Constantino a pesar de ser el hijo pequeño murió el año pasado, Irene, hermana pequeña de Sofía, tía Pecu sufre de Alzheimer y Sofía, que es la grande, tiene los problemas de salud propios de la edad, una cistitis que si supuso un ingreso hospitalario debió causarle mucho dolor o fiebre. Todo el mundo da por hecho que Juan Carlos morirá antes que su mujer, que aparenta una salud envidiable, pero a partir de los 85 años cualquier infección puede llevar|traer problemas. Que se recupere.
Los de la foto tienen 86, 85 y 82 años, dos de ellas viven en Zarzuela y el tercero en el exilio de los Emiratos. Juan Carlos, no se dice demasiado, sufre demencia senil. El último biógrafo de la Corona, José Antonio Zarzalejos, destapaba el fraude y los problemas de senilidad de Juan Carlos. Zarzalejos: "Juan Carlos tiene una percepción de la realidad distorsionada. Me lo han confirmado más de tres personas. Es un hombre con lapsus de memoria, pero sobre todo con un inicio de deterioro cognitivo progresivo. Por eso no percibe como reprobable todo lo que ha hecho". El último refugio de Felipe: tiene un padre demente. Otro problema para la Familia Borbón, no tanto como gestionar la enfermedad de la tía Irene, que está más que bien asistida con todo el personal de Palau, sino la sombra del Alzhéimer que sobrevuela a la reina Sofía. Muerte su hermano Constantino y enferma su hermana Irene, se va quedando sola. Todavía ejerce un papel institucional y representativo, cobra del erario público y preside actos oficiales. Y en cualquier momento puede sufrir esta triste enfermedad que se está llevando a su hermana Irene. La naturaleza empieza a hacer su camino y los miembros de la Tercera Edad de la Familia Real, ven que los años empiezan a pesar.