Ni una sola fotografía en el cumpleaños de Leonor. Letizia dio un paso al frente e invitó a toda la familia de Felipe VI, la misma a la que no ven al completo desde hace una década. Sin embargo, prohibió cualquier fotografía pública o privada. Los teléfonos móviles se sustrajeron a los invitados a la entrada. La reina no quería que quedase ni un solo recuerdo de esa noche. De esta forma consigue que la princesa no esté vinculada con los Borbones. Su madre quiere que su intachable carrera como futura reina de España no se vea involucrada con el reinado de Juan Carlos.
Juan Carlos era uno de los invitados, aunque su presencia era la mayor duda. Hasta unos días antes del cumpleaños no aceptó la invitación, tal vez para poner más nerviosa a Letizia, su enemiga declarada. El emérito no quería fallar a su nieta a la que no veía en persona desde hace tres años. Además, era un momento muy especial, tanto para ella como para la monarquía española a la que ha servido durante cuatro décadas. Sin embargo, mostró su enfado porque no se le dejó asistir a la jura de la Constitución.
Juan Carlos, arrinconado por los Ortiz Rocasolano
Juan Carlos I llegó en un coche oficial y supuestamente en los asientos traseros se encontraba la reina Sofía, de ella no apareció ninguna imagen ni a la entrada ni a la salida. El emérito saludó a los presentes, tanto a su propia familia como a los Ortiz Rocasolano, así como a la familia griega de su todavía mujer legalmente. Sin embargo, el emérito no tuvo una buena relación con la familia de Letizia. La tensión era más que evidente. Y es que mientras él la ve a ella como su enemiga, ellos lo ven a él como la persona que ha hecho daño a su hija y ha intentado entorpecer su reinado y su matrimonio.
El único que mantuvo una conversación amena con el emérito fue Jesús Ortiz, curiosamente el padre de Letizia, a quien la prensa consideró republicano por unos rumores que corrieron como la pólvora. La reina también dejó a su padre apartado en aquella cena. Su relación con Paloma Rocasolano nada tiene que ver con la que mantiene con Jesús y su esposa, Ana Togores.
Letizia miró de forma desafiada a su padre para que dejase de hablar con Juan Carlos. Toda la familia le hacía el feo en apoyo a la reina, pero Jesús le dio una oportunidad. Un gesto que hace que la reconciliación entre padre e hija sea cada vez más difícil.