Zarzuela está histérica montando un pollo por una colección de fotos de Leonor haciendo solo lo que le toca como persona adulta: salir con un compañero de Academia, a bailar por Carnaval, tomar el sol en bikini, ir a un pub a consumir una cerveza o hacer compras en un centro comercial. Todas estas imágenes, excepto la del bikini que por lo visto es el que más aterroriza Casa Real, ya se han publicado. No en los grandes medios, que han sido convocados en Palacio para recibir directrices, sino en las redes sociales. Felipe y Letizia detestan Twitter, la herramienta de Jaime del Burgo y ahora de los fotógrafos que capturan momentos de la feliz juventud de Leonor viajando por el continente sudamericano. Felipe quiso que su hija repitiera su experiencia a bordo del Elcano pero no calculaba que ahora cada ciudadano tiene una cámara de fotos en el bolsillo, un móvil, y puede difundirlas al instante. No hay nada que hacer: las fotos de Leonor seguirán. Pilar Eyre ha querido dedicar su artículo de Lecturas a repasar la vida de los primos adultos de Leonor, cada uno más particular que el anterior. No hay uno normal. O quizás solo uno: Pablo Urdangarin.

Eyre está en las antípodas de las revistas rosa que blanquean la imagen de los Urdangarin y de los Marichalar. Los define como lo que son, unos zánganos que viven como multimillonarios por el sueldo mensual y la herencia incalculable que les deja su abuelo materno, Juan Carlos: "Todos, excepto Leonor y Sofía, reciben generosas asignaciones mensuales por parte de su abuelo y estarán presentes en su testamento, excepto, de nuevo, Leonor y Sofía. Dada la magnitud de la fortuna de Juan Carlos y que está radicada en un paraíso fiscal, estos chicos no tendrán nunca problemas económicos, ni ellos ni sus descendientes". No disimulan que no tienen intención de trabajar nunca: ahora reciben un salario mensualFroilán vive en Abu Dabi y nadie sabe dedicado a qué, aunque el otro día mi amigo el profesor Ramón Tamames me contaba que, yendo a visitar a Juan Carlos, fue el nieto el que lo recibió en el aeropuerto y que le había parecido un chico muy atento, educado y formal". Froilán es chófer y guía de las visitas de su abuelo.

Juan Urdangarin "vive en Londres con un joven y al parecer trabaja con el yerno de José María Aznar, aunque no se conoce el origen de este dato y nunca se ha confirmado. Dicen que odia con toda su alma a la prensa, a la que achaca los males de su familia". |Muy discreta Eyre sin hablar del novio sino con el eufemismo "vive con un joven". A Victoria de Marichalar la despacha con uno "si no fuera por su (segundo) apellido nada de su vida de lujo existiría". Y ahora viene el favorito, Pablo. Del clan catalán de Zarzuela, los cuatro hijos Urdangarin son nacidos y educados en Barcelona, solo Pablo lo luce con orgullo, hablando un catalán impecable y haciéndose llamar por su nombre en catalán, que es todavía más bonito: Pau. Cristina no tuvo nunca el detalle de poner un nombre catalán a ninguno de sus cuatro hijos catalanes, que podrían ser Joan, Pau, Miquel e Irene. Pero Pablo se hace llamar Pau en el trabajo.

Eyre: "Pablo tiene novia formal, juega al balonmano, como su padre, aunque no es tan bueno como él, y es el más extrovertido de los hermanos. Por cierto, se expresa perfectamente en catalán y en su trabajo le llaman Pau". En el Club de balonmano Granollers los empleados, compañeros y seguidores cuando hablan con Borbón lo llaman con el nombre de Pau. Y el Borbón se gira. Es el único que tiene un sueldo ganado con su esfuerzo, el único que sabe hablar, el más guapo, el que admite lo que es: catalán y ejemplar.