Carla Vigo, la sobrina de la reina Letizia, ha enfrentado momentos difíciles en su salud este año. El 19 de agosto, mientras sus abuelos estaban celebrando el cumpleaños de su nieta Erin, recibieron una llamada de emergencia desde el Hospital de la Paz en Madrid. Carla había sido ingresada de urgencia nuevamente. Era el trercer ingreso este año en un centro hospitalario. 

En marzo, luchó contra la bulimia, un trastorno que ha estado combatiendo durante años, junto con el trastorno de la percepción del cuerpo. Sus problemas de salud comenzaron cuando tenía 14 años. "A los 14 empecé a hacerme daño y a los 8 o 9 ya me veía fatal en el espejo", dijo Carla en las redes sociales. 

Carla Vigo no esconde sus problemas de salud mental 

En julio, experimentó otra crisis de ansiedad que la llevó a Urgencias. Carla volvió a compartir públicamente sus desafíos de salud mental. Y a principios de septiembre, otra vez. No se sabe con precisión qué la llevó al hospital esta vez. 

Carla Vigo y Paloma Rocasolano

Afortunadamente, parece que Carla se está recuperando después de su último ingreso hospitalario. Sus abuelos Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano la recibieron con efusivas muestras de amor y cariño cuando fue dada de alta. Sin embargo, estos problemas de salud han afectado su carrera como actriz, que estaba en ascenso. Participó en un vídeo con Amor Romeira y obtuvo un papel en la obra "Yerma" de Rafael Amargo. Y ahora tenía la posibilidad de participar en la producción teatral "La cabeza de Salomé" que se estrena este mes de octubre en el museo Carmen Thyssen de Málaga. 

Piden ayuda a la reina Letizia, pero la consorte no se moja 

Desafortunadamente, sus planes profesionales se vieron truncados debido al tratamiento médico que le han prescrito. Carla no podía asistir a los ensayos ni al estreno debido a su estado de salud. 

Ahora, desde el entorno de la joven, han lanzado un llamado indirecto a su tía Letizia, buscando apoyo y posiblemente oportunidades profesionales que le ayuden en su recuperación. Han sido sus abuelos maternos. A través de los contactos de la reina, Carla podría explorar otras salidas profesionales mientras se recupera de sus problemas de salud.  

Letizia, sin embargo, no quiere mojarse. No quiere usar sus influencias para que nada, absolutamente nada, le salpique. Y tampoco que nadie le pueda echar en cara ningún trato de favor. Ni siquiera siendo su madre quien se lo pide.