Cuando Iñaki Urdangarin salió salpicado por el caso Nóos y terminó ingresando en prisión, Letizia y Felipe activaron el código rojo. La monarquía pendía de un hilo y no podían permitir un exilio, ni mucho menos que su hija Leonor no reinase en el futuro. Por ello, se tomó la determinación de quitar a la familia real de los presupuestos del Estado. Solo se mantendría la prestación a los eméritos, los actuales reyes, y en el futuro a Leonor y Sofía. La infanta Elena y la infanta Cristina se quedaron sin esa paga extra.
Cristina fue la peor parada, ya que se quedó sola y acosada por la prensa. Se marchó a Ginebra en compañía de su única hija menor, Irene Urdangarin. Allí recuperó su trabajo. Tal y como desveló Pilar Eyre, la hermana de Felipe VI mantiene su trabajo en la Fundación Aga Khan, una labor por la que cobra un dineral.
La infanta Cristina cobra 400.000 euros al año
Desde hace dos años, la infanta Cristina se dedica en exclusiva a dirigir en la citada fundación proyectos de cooperación internacional en países en vía de desarrollo. La cronista, experta en Casa Real, desvela que la hija de Sofía y Juan Carlos cobraría unos 400.000 euros anuales, una cifra que no ven ni el 90% de los españoles. Por eso, Eyre tiene claro que “el día de mañana será una mujer rica y continuará haciéndose cargo de sus hijos con su sueldo, como hasta ahora”.
La vida de la infanta Cristina no se ha tambaleado con su divorcio. A la madre de Pablo Urdangarin no le hace falta Iñaki para sobrevivir. Su futuro está más que asegurado. Porque tal y como recuerda Pilar Eyre, “Miguel vive en Londres y asiste a una universidad muy cara, como Pablo en Barcelona. Juan no sabemos qué hace en Madrid, ha sido el que más ha sufrido por la situación paterna y ha recibido ayuda profesional”.
Iñaki Urdangarin debería colaborar en los gastos de los estudios de sus hijos. No obstante, la infanta Cristina puede hacer frente a tan elevados gastos. El mayor es el colegio de Irene Urdangarin. Paga más que Leonor. 40.000 euros anuales. "El colegio de Irene es el más costoso de Suiza, mucho más que el de la princesa de Asturias”.