Más complicaciones para Leonor. Esta travesía está siendo un verdadero infierno para ella. La presión médica fuera del barco y las adversas condiciones meteorológicas están haciendo mella en ella. La princesa reapareció en Valparaíso después de todas las polémicas fotografías y se la vio cabizbaja, muy triste y agobiada por el momento de los acontecimientos. Son tiempos complicados para ella y no tiene los suficientes mecanismos para hacerla frente. 

Leonor y Sofía / Instagram

Felipe VI compara sus vivencias con las de su hija, pero ya no son las mismas. En el caso del monarca y Juan Carlos I no tuvieron que hacer frente a la presión mediática. Una fotografía a la llegada a los puertos y poco más. No había tantos mecanismos como ahora para captar a una persona en una situación comprometida. A día de hoy todo el mundo tiene acceso a un teléfono móvil con cámara y redes sociales. Una vez que la imagen se publica es imposible de ocultar. 

Leonor se ha enfrentado a las fotografías de San Salvador de Bahía en las que le adjudicaron una pareja, uno de sus compañeros guardiamarinas. En Montevideo se la fotografió en una jornada de playa con sus amigos tomando el sol en bikini. Unas imágenes que vieron la luz la semana pasada con todo lujo de detalles. Por último, en Punta Arenas se filtraron unas fotografías de las cámaras de seguridad de un centro comercial vulnerando su intimidad y privacidad. Casa Real tomó medidas drásticas en este asunto.

Leonor está dispuesta a abandonar la formación militar con la Armada 

Si nos centramos tan solo en la travesía en el buque escuela también está siendo muy complicada. Hay momento en el que Elcano debe hacer frente a la mala mar. Aunque se ha acostumbrado a la situación, la princesa aún sufre mareos y vómitos cuando la embarcación tambalea con fuerza.

El pasado fin de semana tuvieron que poner a todos los guardiamarinas a salvo en el gran salón debido al fuerte temporal con olas de cinco metros que cubrían todo el barco al golpear sobre él. Letizia está muy pendiente de todos los movimientos de su hija, y precisamente fueron los comandantes quienes llamaron a Zarzuela para avisar de la situación. La preocupación fue máxima. La calma se instaló por la mañana y se dio un nuevo aviso para tranquilizar a la monarca, que estaba de los nervios. 

Han pasado más de tres meses desde que inició la travesía y Leonor no logra adaptarse a este modelo de vida, no está preparada para tal fin. Ha llamado de urgencia a sus padres y les ha comunicado su expreso deseo de abandonar la formación militar con la Armada.

Leonor en Valparaíso