La reina Letizia ha experimentado una transformación notable desde que entró a formar parte de la familia real, acercándose más a la opinión pública y consolidando su imagen de monarca moderna. Sin embargo, este esfuerzo se vio sacudido por las explosivas revelaciones de Jaime del Burgo, quien aseguró haber mantenido una relación sentimental con ella, tanto antes como después de su matrimonio con Felipe VI.
Las declaraciones de Del Burgo sobre su supuesto idilio con la reina, organizadas en lo que él llama "cuatro fases", han dejado en entredicho la estabilidad del matrimonio real. Desde una relación de amantes entre 2002 y 2004, pasando por una amistad hasta 2010, un reencuentro amoroso entre 2010 y 2011, y finalmente una relación más distante hasta 2016, el empresario ha ido desgranando detalles íntimos que, según él, prueban la existencia de un vínculo más allá de la amistad.
Adjudican otro amante a la reina Letizia
Más allá de la veracidad de estos relatos, lo cierto es que Jaime del Burgo ya no forma parte del círculo cercano de la consorte. Sin embargo, esto no significa que Letizia haya renunciado a la pasión fuera del matrimonio. Según varias fuentes, la reina ya tendría un nuevo confidente en su vida, alguien con quien se encuentra en la más absoluta discreción.
Una de estas fuentes es Pilar Eyre. Sin decir que tiene una relación fuera del matrimonio, apuntó que la reina tiene encuentros con alguien fuera de palacio. Lo hizo cuando la revista ¡HOLA! publicó una foto de la consorte en la que aparecía "sin maquillar, desmejorada y con una actitud crispada". Según Eyre, esa imagen fue tomada “después de encontrarse con una persona y no le apetecía ir a palacio”. “Estar casada con un Borbón es muy duro, es una gran desgracia, y a veces es necesario desconectar”, añadía, apuntando que lo hace en un entorno en el que “puede ser ella misma”.
Encuentros en Francia y en Barcelona
La periodista Laura Rodríguez, que sostiene desde hace tiempo que Letizia está manteniendo una relación con un empresario de Barcelona, un hombre influyente y con una sólida posición económica, indagó más en este episodio. Aseguró que la reina, ese día que fue vista de incógnito, había estado en el Hotel Alma, en Barcelona, para mantener un encuentro con su amigo especial.
Un hombre que, además de ser un rico empresario, también es padre de familia y dueño de varias propiedades en Francia, donde Letizia viajaría en fines de semana para escapar de su vida en la Casa Real. Según estas informaciones, París se ha convertido en el destino ideal para estos encuentros. La discreción que ofrece la capital francesa y las propiedades privadas de su supuesta pareja permiten que la reina se mueva sin levantar sospechas.