Después de toda la locura que vivieron antes de su boda, con dramas de infidelidades, problemas con el vestido, cambios de fecha e incluso el robo de las joyas en plena autopista, Tamara Falcó e Íñigo Onieva por fin se casaron.  

Pero la boda, aunque feliz, no fue el final. Una vez que sellaron su compromiso, se fueron de luna de miel. Se aventuraron a África para ver animales salvajes y atardeceres románticos. En sus redes sociales, compartieron fotos que derramaban complicidad y paisajes de ensueño en Sudáfrica y Zambia, incluyendo Ciudad del Cabo y las majestuosas cataratas Victoria.  

Tamara Falcó Íñigo Onieva Polinèsia Instagram
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Como si eso no bastara, después de su viaje africano, decidieron hacer otro. Paris fue su siguiente parada. Tamara Falcó subió una foto desayunando en albornoz en la terraza de un lujoso hotel en el corazón de la Ciudad de la Luz.  

Pero no acaba ahí la historia. Luego se dirigieron a Sotogrande, la famosa urbanización de lujo en Cádiz. Allí se juntaron con amigos cercanos y familiares para disfrutar de días de playa y diversión.  

Tamara Falcó e Íñigo Onieva no viven juntos 

Sin embargo, la sorpresa llega cuando se esperaba que la pareja, tan felizmente casada, comenzara a vivir junta en Madrid. Algo que no ha sucedido. En noviembre de 2020, la marquesa de Griñón adquirió un ático justo al lado de la casa de su madre. Tras una reforma completa, está listo para ser habitado. Este lugar cuenta con 186 metros cuadrados, cuatro habitaciones y una terraza de ensueño. Sin embargo, la noticia es que, a pesar de tener este nuevo ático listo para vivir, Íñigo y Tamara siguen durmiendo por separado. 

tamara falco iñigo onieva instagram
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La confirmación llegó hace poco, directo de boca de Isabel Preysler, la madre de Tamara. A la salida del Teatro Real, cuando los periodistas la abordaron, confirmó que su hija estaba viviendo en su casa.  

Ahora nos preguntamos en qué momento se pondrán manos a la obra para ser padres. En este sentido, tener un hijo es una de las mayores ilusiones de Tamara. Se conoce que incluso ha recibido un tratamiento de fertilidad para ampliar la familia, que tuvo que interrumpir cuando fue a África debido a las vacunas que tuvo que ponerse antes de viajar.