Telma Ortiz ha mantenido un perfil bajo a lo largo de los años, alejándose conscientemente del escrutinio público que acompaña a su hermana, la reina Letizia. Siempre ha preferido la discreción, mostrando una sencillez que contrasta con el brillo de la corona.

Telma, sin embargo, ha sido motivo de debate público en los últimos meses. A raíz de las revelaciones de Jaime del Burgo acerca de las infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe VI. Del Burgo mantuvo una relación con Telma que acabó en un matrimonio que, según numerosas fuentes, tenía el interés específico de Jaime para mantenerse cerca de la reina Letizia.

Jaime del Burgo y Telma Ortiz
Jaime del Burgo y Telma Ortiz

Telma Ortiz aparca en una plaza de minusválidos y se queda tan ancha

Intentando dejar atrás ese capítulo de su vida, Telma ha preferido centrarse en su presente junto a Robert Gavin Bonnar, su pareja actual, y sus hijos. Sin embargo, recientemente se vio envuelta en una situación que generó indignación entre aquellos que la observaban. Una de sus últimas puestas en escena ha traído polémica. Aunque esta vez no es nada relacionado con Del Burgo, sino con su poco respeto con los minusválidos.

Tal y como recoge ElEspañol, Telma y Robert acudieron a un centro comercial del norte de Madrid para realizar algunas compras. Fueron en su Range Rover Velar, un coche valorado en unos 85.000 euros en su versión más sencilla. Y parece que ser la hermana de la reina y llevar un coche ostentoso le confiere derechos por encima del resto. Y es que aparcaron en una plaza reservada para minusválidos, dejando allí el vehículo durante todo el tiempo que pasaron en el centro comercial.

Telma Ortiz GTRES
Telma Ortiz GTRES

El episodio no pasó desapercibido

Indagando en el asunto, conocemos que, quienes la vieron, no pudieron contener su indignación, considerándola como una sinvergüenza y mandándole algún que otro recado en forma de abucheo.

Para Telma, acostumbrada a esquivar los reflectores mediáticos, este episodio representa un desliz inusual. La tranquilidad de su vida cotidiana se ha visto perturbada por la reacción pública ante su comportamiento, recordándole que incluso las figuras públicas deben actuar con responsabilidad y respeto.