Jaime del Burgo ha manifestado su intención de acabar con la monarquía española, aunque los motivos específicos detrás de este objetivo aún no están del todo claros. Como parte de su plan, ha involucrado a Letizia, a quien describe como una víctima colateral. Según afirma del Burgo, él y la actual reina mantuvieron una relación sentimental a principios de los años 2000, cuando Letizia comenzaba a destacar como periodista en TVE. En 2003, del Burgo le propuso matrimonio, pero en ese momento Letizia ya había conocido al entonces príncipe Felipe. Ella, ambiciosa y con visión de futuro, no dejó pasar la oportunidad de convertirse en una de las figuras más influyentes del país. Sin embargo, tras asumir su rol en la familia real, se reencontraron poco después.
De acuerdo con del Burgo, Letizia no estaba satisfecha con su papel dentro de la monarquía. Se sentía ignorada por la familia Borbón y abrumada por las exigencias de su nuevo entorno, lo que la llevó a buscar apoyo en su antiguo confidente. Según lo narrado por del Burgo en redes sociales, ambos llegaron a planear una fuga para abandonar Zarzuela y empezar una nueva vida juntos. Letizia, incluso, contempló llevarse a sus hijas, aunque las capitulaciones matrimoniales establecían que Leonor y Sofía debían permanecer en palacio con su padre. La idea era mudarse a Estados Unidos y formar una nueva familia mediante el uso de un vientre de alquiler, y del Burgo asegura que llegaron a informarse sobre este proceso.
Letizia utilizó a su hermana Telma Ortiz para que nadie sospechase nada
Asimismo, del Burgo declaró que mantuvieron encuentros secretos en diversos lugares, incluyendo un apartamento en Madrid, Barcelona, Suiza, Londres y otros destinos internacionales, como Nueva York. Incluso durante los compromisos oficiales de Felipe, él lograba acceder a Zarzuela bajo su fachada como abogado de la familia, lo que le permitió ocultar la relación durante un tiempo.
En 2012, cuando la situación se volvió insostenible, del Burgo inició una relación con Telma Ortiz, hermana de Letizia. Este vínculo, según se cuenta, surgió como una estrategia para mantener contacto con la reina sin levantar sospechas. Sin embargo, también fue infiel a Telma, lo que provocó tensiones entre las hermanas, quienes dejaron de hablarse durante años. A pesar de esto, se dice que Telma nunca estuvo realmente enamorada de Jaime. Según Pilar Eyre, su relación con el abogado fue un acuerdo para proteger a Letizia.
Por su parte, la periodista Laura Rodríguez afirma que del Burgo pagó a Telma cuatro millones de euros por aceptar ese matrimonio de conveniencia, lo que habría permitido a todos mantener las apariencias. Sin embargo, el plan fracasó, ya que era imposible evitar que los detalles llegaran eventualmente a oídos de Felipe, especialmente con la constante vigilancia del personal de seguridad de Zarzuela.
