La familia real española está nuevamente en el ojo del huracán, pero esta vez no es por el rey Felipe VI o la reina Letizia, sino por Telma Ortiz, la hermana de la consorte, y su pareja, Robert Gavin Bonnar. Según informaciones filtradas recientemente, la pareja habría hecho uso desmedido de los recursos de Zarzuela, llegando incluso a pedir bocadillos de lujo con caviar de Beluga para cenar, cuyo precio asciende a 700 euros la lata de 100 gramos, y consumiendo hasta cuatro latas por ocasión. Un capricho que, en total, alcanzaba los 2.400 euros.
El comportamiento extravagante de la hermana de la reina y su novio no ha pasado desapercibido. Fuentes cercanas aseguran que cuando visitaban el Palacio de Zarzuela, no solo disfrutaban de los servicios de la residencia real, sino que también se llevaban comida como si fuera su despensa personal. Bocadillos con ingredientes exclusivos y tápers preparados por el personal del palacio formaban parte de su particular 'botín'.
El escándalo ha generado un profundo malestar en la Casa Real, ya que estos excesos han salido a la luz en un momento de gran tensión interna. Con la popularidad de la reina Letizia en descenso tras las revelaciones de Jaime del Burgo, la situación de su familia se ha vuelto aún más frágil dentro del círculo monárquico. El abuso de privilegios ha sido una constante, y parece que la paciencia dentro de Zarzuela está llegando a su límite.
Paloma Rocasolano: otra beneficiaria del 'servicio exclusivo' del palacio
Pero Telma Ortiz y su pareja no son los únicos que han aprovechado la hospitalidad real. Paloma Rocasolano, madre de la reina Letizia, también ha sido señalada por hacer un uso desproporcionado de los recursos de Zarzuela. A diferencia de la reina emérita Sofía, quien, como miembro activo de la Familia Real Española, reside en el Palacio y cumple con funciones representativas de la Corona, Rocasolano no tiene un papel oficial dentro de la institución. Sin embargo, ha pasado largas temporadas alojada en el palacio, lo que ha generado malestar y cierta incomodidad entre algunos integrantes de la familia real.
Se ha revelado que, junto a su pareja Marcus Brandler, Paloma ha disfrutado de servicios exclusivos, como la lavandería del palacio y envíos de comida a domicilio directamente desde la cocina de Zarzuela. De hecho, durante la pandemia, solicitaba raciones de comida con la excusa de no poder salir de casa, lo que generó malestar entre quienes consideraban estos privilegios un abuso evidente.
El fin de los privilegios: Letizia pierde poder en Zarzuela
Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente en los últimos meses. Con la imagen de la reina Letizia debilitada y su influencia dentro de la familia real en declive, el acceso de sus familiares a los recursos de Zarzuela ha sido drásticamente restringido. Se acabaron las cenas de lujo financiadas con dinero de la Corona, y las visitas de Telma Ortiz, Robert Gavin y Paloma Rocasolano han disminuido considerablemente.
Fuentes cercanas aseguran que el rey Felipe VI ha tomado cartas en el asunto, estableciendo nuevas normas sobre quiénes pueden acceder a los servicios del palacio y bajo qué condiciones. El objetivo es claro: evitar más escándalos y poner fin a los abusos de confianza que han marcado los últimos años en Zarzuela.