Jaime del Burgo ha desatado la mayor tormenta de la historia en Casa Real. Desde que confesó que Letizia habría sido infiel a Felipe con él durante varios años, la vida del matrimonio no ha vuelto a ser la misma. No se ve ni un solo gesto de complicidad, e intentan demostrar unidad familiar. Por ahora, ni han confirmado ni desmentido sus palabras, pero el ex de Telma Ortiz no tiene miedo a represalias y da un paso más.
Los mensajes en redes sociales han continuado, incluso ha dado fechas claras de su romance, para demostrar que su historia es verdad a todos aquellos que no le creen. No busca dinero, ni notoriedad, solo hacer justicia. Cedió su testimonio a Jaime Peñafiel para su último libro donde ataca directamente a la reina, pero como el periodista solo utilizó el 1% de esta información, es él quien va a destapar todas las intimidades.
El abogado desveló que Letizia estaba harta de la monarquía, la ambición le pudo y se dio cuenta que estaba equivocada. Se apoyó en Jaime del Burgo, con quien pretendía huir a miles de kilómetros de España para empezar una nueva vida, pero no quería irse sin Leonor y Sofía.
Jaime del Burgo se defiende y asegura que él nunca fue infiel a Telma Ortiz. Sin embargo, asegura que él solo estuvo con la hermana de Letizia para estar cerca de su verdadero amor. Estaba obsesionado con la mujer de Felipe desde que la vio en ‘Informe Semanal’. Aunque él explica que la relación terminó antes de 2012, cuando empezó con Telma, el matrimonio de Felipe y Letizia vivió una gran crisis a finales de 2013, supuestamente porque les descubrieron.
Letizia quería volver a ver a Jaime del Burgo
El abogado escribiría un libro donde narrará, según él, la verdad sobre su amorío con Letizia. Dentro de la polémica, el libro señaló que durante la boda de del Burgo y Telma Ortiz, Letizia se aproximó para felicitar a la pareja recién casada, pero dejó un mensaje significativo a su antiguo amante. Según el libro, el ex amante de la reina, que guardaba esto en su memoria, relató que cuando los invitados les expresaban sus felicitaciones, Letizia le besó en la mejilla y le susurró al oído: "Nos volveremos a encontrar”.
Jaime del Burgo y Letizia tenían la excusa perfecta para verse. Al ser su cuñado nadie sospecharía nada y podrían verse tranquilamente. Además, también ejerció de abogado de los reyes.