Con las declaraciones de Jaime del Burgo, Telma Ortiz también se ha puesto en el foco de la polémica. El abogado ha revelado mediante unos mensajes en la red social X, una supuesta infidelidad de Letizia a Felipe con él. Años después de la boda, cuando él mantenía una relación con  la hermana de la reina. Es decir, que también habría sido él infiel a su entonces mujer. Por este motivo las hermanas se habrían distanciado en el pasado. 

A colmo de toda esta historia, Telma Ortiz ha estado a punto de ponerse el foco de todos los ciudadanos, al descubierto por culpa de un error. La Unidad de Seguridad Privada de Jefatura de Barcelona ha desmantelado una red que negoció con datos personales de más de 3.000 personas, entre las que se encontraba la hermana de la princesa.

Jaime del Burgo y Telma Ortiz

Tal y como explicó la revista ‘Interviú’ en el pasado, esta red intentó adueñarse de sus datos para comercializarlos y sacar rendimiento de ellos. Se bautizó como la conocida Operación Pitiusa e implicó a un total de 189 personas, entre policías, funcionarios de Hacienda, de la Seguridad Social, empresarios, guardias civiles y detectives de las más prestigiosas agencias de investigación. 

Telma Ortiz, investigada porque se pensó que el ayuntamiento le había adjudicado una plaza a dedo 

A Telma Ortiz se la investigó principalmente por su vida laboral. Se robó el informe de los ordenadores de la Seguridad Social y se le vendió a un detective, imputado en el caso. Este detective lo había contratado un medio de comunicación. 

Jaime del Burgo y Telma Ortiz

Hay que recordar que la vida de Telma Ortiz fue muy atrayente para muchos cuando formó parte del Ayuntamiento de Barcelona. Curiosamente a los pocos años de que Letizia se convirtiese en princesa. Telma aceptó el cargo de subdirectora de proyectos del departamento de Relaciones Internacionales. Cobraba 50.000 euros, y se acusaba al ayuntamiento de elegirla a dedo. Entre las víctimas de este caso también se encuentran altos directivos de compañías o Ignacio López del Hierro, marido de Dolores de Cospedal. 

Con esta trama se conseguían grandes cantidades de dinero. Desde 30 euros por los datos de un DNI, hasta 40.000 euros por una declaración de la renta.