La reunión familiar por los 60 años de la infanta Elena ha sido la comida de empresa de Navidad de la Familia Real. La famiglia ha vuelto a comportarse por primera vez como lo que es: Borbón S. A., una empresa que tiene como objeto social mantener su negocio, la Corona. Es la única familia que vive del erario público, directamente o por enchufes. Ninguno de sus integrantes tendrían los sueldos, los privilegios y el estatus multimillonario si no fuera por la Corona. Y ante la mayor crisis de imagen de la empresa, los cuernos de Letizia a Felipe, han convertido un acto muy menor, el cumpleaños de Elena, en el gran encuentro familiar. Era tan importante esta foto que han escogido un restaurante a pie de calle en el centro de Madrid en lugar de la blindada Zarzuela. Y curiosamente toda la prensa estaba avisada, especialmente las agencias de fotógrafos. Es ridículo que por los 18 años de la princesa Leonor no haya una sola foto de la reunión familiar y para un acto infinitamente más banal dentro de la monarquía, los 60 años de una hermana del rey, se haga este despliegue. ¿Qué ha cambiado en un mes y medio entre los 18 de Leonor y los 60 de Elena? Tres palabras: Jaime del Burgo. Tras las caras sonrientes había muy mal malestar, por ejemplo entre el matrimonio real:

Felipe y Letizia enfadados hacia el cumpleaños de Elena, EP

Felipe y Letizia no estaban anunciados en esta celebración por una razón, Letizia tenía pánico a pasear por una acera de Madrid donde le podrían haber gritado de todo. La escena fue breve y no pasó por ningún aprieto entre los cuatro peatones que se pararon para ver pasar a la familia. Curiosamente, solo se oyeron vivas al rey cuando apareció Juan Carlos, una señal evidente que el efecto Del Burgo ha hecho bueno al emérito. Letizia es la primera vez, desde los escándalos Noos y Juan Carlos, que se reúne con los suegros y las cuñadas (a los que detesta) en un acto extraoficial, festivo y con fotógrafos. Ha querido escenificar la reconciliación porque por primera vez es ella la que está débil y los Borbones la pueden escupir como un hueso. El gesto de la reina evidencia que ha decidido quedarse. No se divorcia, mantiene un matrimonio fake y solo tiene un objetivo: salvar a las hijas, a las cuales excluyó del encuentro para no aparecer en la foto tóxica, con el corrupto Juan Carlos, las infantas Elena y Cristina que heredan la fortuna robada que Felipe rechaza y los primos que detestan a Leonor. Letizia se inmola para salvar a Leonor y Sofía, que se inventaron excusas, que nadie se cree, para no aparecer a la imagen. Juan vino de Londres y Froilán de Emiratos pero Sofía no podía salir de Zarzuela, donde ya está de vacaciones de Gales, y Leonor no podía coger un AVE de 90 minutos desde Zaragoza. No cuela.

Juan e Irene Urdangarin, EP
Pablo, Froilán y Victoria con Elena i Alèxia de Grecia, EFE
Juan Carlos saludo raro Elena cumpleaños GTRES

Lo que no pudieron ocultar los borbones de la banda de Juan Carlos es que se comportan como una secta, donde se despiden con un extraño gesto en la cara y en el pecho, como una cruz. Ya lo hicieron Cristina y Pablo Urdangarin y ahora lo han hecho Elena y el gran patriarca, el gurú de la secta, el que paga toda la fiesta, Juan Carlos, un gesto que asusta por lo que oculta. Hemos visto muchos adioses de Felipe y Letizia a Leonor y Sofía marchándose a Gales o en Zaragoza y nunca han hecho un gesto sectario similar. Algunos dicen que es masonería porque hubo otro gesto de Juan Carlos con la dueña del local que era directamente un saludo masónico, el de los dos dedos rodeando la muñeca:

Saludo masónico entre Juan Carlos y la señora Twitter

Tensión por la masonería en la comida, también por el enfrentamiento entre Elena y uno de los sobrinos del rey, Victoria Federica, que expuso en público sus desavenencias con la madre, que discrepa de la vida de instagramer de su hija. El programa Vamos a ver de Telecinco difundió la felicitación escrita de la hija de Elena donde le dice  "Han sido momento difíciles, en especial este último año y siempre he notado tu apoyo incondicional, tu cariño y tus buenos consejos a pesar de las diferencias".

Victoria y Elena, enfrentadas a la Felicitación Telecinco
Sofia i Crisitna, EFE

Para remachar el clavo aparece Sofía, la reina emérita con más colgantes en el cuello que una tarotista, Pilar Eyre intenta deshacer el nudo de cadenas de la matriarca del clan: "Los colgantes largos son ojos de tigre, hay una cruz bizantina y unos elefantes, creo. Y un cristo estilizado". Masonería, cristos, amuletos de tarotista griega, enfrentamientos, Felipe de morros cuando no lo miran y Letizia haciendo teatro. Normal que quieran salvar a Leonor de la quema. La comida fue un Carnaval.