La infanta Cristina no atraviesa un buen momento. Éste está siendo el peor año de su vida. No logra llegar a un acuerdo de divorcio con Iñaki Urdangarin por cuestiones económicas. Las peticiones del exduque son demasiado exigentes y la hija de Juan Carlos no está dispuesta a facilitar la vida del exduque de Palma y de Ainhoa Armentia. Pide 25.000 euros mensuales de por vida, dos millones de euros en concepto de indemnización por un libro que le ofrecieron escribir y no aceptó, varias propiedades de la costa francesa a su nombre, mantener sus escoltas y financiar los viajes relacionados con sus hijos. Un gasto que Cristina no podría asumir ni con sus 400.000 euros anuales de sueldo. Juan Carlos se mostró dispuesto a hacer frente a esos gastos, pero su hija no quiere que pase por esto.

Felipe y Letizia con Sofía
Felipe y Letizia con Sofía

Y no es la única preocupación. Aunque es Elena quien tiene una dispuesta contra Felipe, Cristina también piensa igual. Las hijas de Juan Carlos piensan que el rey está humillando constantemente de forma inmerecida e innecesaria a sus padres. La última vez a la reina Sofía haciendo que renuncie a su sueño de reunir nuevamente a toda la familia después de una década, especialmente a sus ocho nietos.

Cristina se alía a Elena en su batalla contra Felipe 

Las infantas Cristina y Elena ya habían comprado los billetes para viajar a Palma de Mallorca, y habían alquilado dos coches para sus hijos, que no tienen escoltas. Sin embargo, tuvieron que cancelarlo todo tras la negativa de Letizia a reunirse todos en Marivent. Y debido al retraso de las vacaciones de los reyes, el resto de la familia no podrá viajar en su totalidad a la isla balear. Hasta el 15 de agosto tenían prohibido aparecer por ahí.

Elena y Cristina EFE
Elena y Cristina EFE

La reina Sofía ha dado un importante bajón en estos últimos días. La decisión de Letizia de no dejar que se haga efectiva esa reunión ha hecho mella en su estado anímico. Está harta. Ya no es feliz. Vive en soledad, con una profunda tristeza, al lado de su hermana Irene, su máxima apoyo.

La emérita siempre ha estado en todos los momentos malos de sus hijos, como por ejemplo en el ingreso en prisión de Iñaki Urdangarin, el divorcio de Cristina, o los problemas de los hijos de la infanta Elena, por ello ahora son sus hijas las que se ponen a su lado y la apoyan para que vuelva a sonreír. Piden a Felipe una disculpa a tanta humillación y un cambio de actitud. Ellas se encargarán de hacerle pasar unos buenos días en Mallorca.