La reina Sofía atraviesa un momento complicado. Tal y como desveló el mes pasado la revista Lecturas, Irene de Grecia padece Alzheimer y el estado de su enfermedad avanza, aunque Letizia se ha encargado de poner a su disposición los mejores médicos para que sea de la forma más lenta posible, la reina siempre se ha comprometido con la salud mental. Por otro lado, cuenta con personal de servicio especializado las 24 horas del día a su disposición. A ello se le suma que la emérita se encuentra cada vez más arrinconada en la institución. Con la jura de Leonor y su mayoría de edad, asumirá mayores responsabilidades y ya no será necesaria la presencia de su abuela materna. Se habla de su jubilación el próximo año. Si la emérita deja sus labores en la corona, ya no sabe que hacer. Se ha dedicado íntegramente a la monarquía, por encima de ella misma.

Ahora está muy preocupada por la salud de su hermana, su máximo apoyo. Irene nunca se ha separado de ella. Vive en Zarzuela desde hace cinco décadas, y desde que Sofía descubrió las infidelidades de Juan Carlos, se marchó a la vivienda de la tía Pecu. Es una persona indispensable en la vida de todos. Felipe, Cristina y Elena la quieren como una segunda madre, era ella quien se encargaba de sus cuidados cuando los entonces reyes tenían compromisos institucionales ineludibles.

Reina Sofía con Irene y Constantino
Reina Sofía con Irene y Constantino

La última aparición de la reina Sofía fue el pasado viernes en la inauguración del Rastrillo Nuevo Futuro que regresó tras su cancelación por la pandemia. La emérita saludó a la prensa y a todos los presentes. Aunque tuvo momentos de confianza con algunas personas cercanas, como Ágatha Ruiz de la Prada.

La reina Sofía se emociona ante su amiga 

Después de verla emocionada públicamente en una entrega de premios, la reina Sofía volvió a romper a llorar, pero en esta ocasión de forma más discreta. Ha sido la diseñadora quien ha desvelado que la mujer de Juan Carlos se emocionó en un momento del almuerzo de inauguración. Parece que estas lágrimas han sido por la situación personal que atraviesa en estos momentos la madre de Felipe VI con la enfermedad de Irene de Grecia y el poco cariño que recibe por parte de su familia. Continúa con su sueño de reunir a sus ocho nietos, pero es un deseo que no pudo conseguir en el cumpleaños de Leonor, ni tan siquiera en el suyo propio dos días después. Victoria Federica fue la gran ausente.

La enfermedad de la tía Pecu avanza poco a poco y ya tiene algunos pequeños olvidos, especialmente de lo que sucede en ese momento. La reina Sofía tiene miedo que un día la mire y no la recuerde a ella.

reina Sofía de Nueva York a Grecia efe
reina Sofía de Nueva York a Grecia efe