El deterioro de la salud de Irene de Grecia, conocida como "la tía Pecu", ha generado preocupación tanto en su entorno cercano como en la familia real española. Hermana de la reina emérita Sofía, Irene ha sido una figura muy querida y respetada, pero su estado actual es un recordatorio implacable de los efectos devastadores de su Alzhéimer, diagnosticado hace más de un año. Recientemente, su aparición en la boda de su sobrina Teodora de Grecia ha encendido todas las alarmas.
La boda de Teodora de Grecia y Matthew Kumar, celebrada en Atenas a finales de agosto, reunió a varios miembros de la realeza europea, así como a las infantas Cristina y Elena. Sin embargo, lo que más sorprendió a los presentes fue ver a Irene en silla de ruedas, visiblemente demacrada y con la mirada perdida, evidenciando lo avanzado de su enfermedad. La antes activa y vivaz Irene ahora lucha contra un deterioro físico y mental que ha afectado profundamente tanto a ella como a su hermana, la reina Sofía.
El estado de salud de Irene de Grecia llega a un punto crítico
A pesar de los años que ha vivido en España, Irene siempre ha sentido un fuerte apego por su país natal, Grecia. Según fuentes cercanas a la familia, ha expresado su deseo de regresar allí para pasar sus últimos días, lejos de las presiones y controversias que rodean actualmente a la familia real española. La tía Pecu habría pedido a Sofía que la acompañe en este viaje final, proponiendo que ambas se alejen de la atención pública en España y encuentren paz en su tierra natal.
El deseo de Irene es comprensible, dado el profundo vínculo que tiene con Grecia, donde nació y pasó gran parte de su juventud. Para ella, regresar a casa en sus últimos momentos sería una forma de reconectar con su identidad y sus raíces. Sin embargo, para la reina Sofía, este planteamiento supone un dilema emocional.
La reina Sofía, dilema moral entre quedarse en España o cumplir los deseos de su hermana
La cercanía y el amor incondicional que une a Sofía con su hermana Irene podrían ser suficientes para que la reina emérita reconsidere su postura. La posibilidad de acompañar a Irene en este último trayecto de su vida representa un sacrificio que Sofía podría estar dispuesta a hacer, anteponiendo los lazos familiares a sus responsabilidades públicas en España. Además, con los líos que hay montados alrededor de Juan Carlos I y sus fotos con Barbara Rey, o los que tienen que ver con el deteriorado matrimonio de Felipe VI y Letizia, este sería el mejor momento para hacer una bomba de humo. Sin embargo, en este contexto, alejarse de España en este momento podría interpretarse como un gesto de huida, algo que Sofía no quiere que suceda.
Si bien no hay confirmaciones oficiales sobre un posible traslado, todo indica que Sofía está enfrentando una de las decisiones más difíciles de su vida. Aunque la reina emérita se siente obligada a permanecer en España, las circunstancias alrededor de su hermana la empujan a plantearse un regreso temporal a Grecia. Para Irene, morir en su país natal representaría una conclusión digna y serena a una vida marcada por el exilio, la política y los compromisos familiares.