Irene de Grecia podría haber sido una de las candidatas que se casaran con Juan Carlos I, pero la reina Sofía se adelantó. Finalmente, aunque la reina Federica lo intentó, se quedó soltera, una deshonra para ella. La tía Pecu llegó hace cincuenta años a Zarzuela para quedarse unos días con el recién estrenado matrimonio que ya buscaba su descendencia, y finalmente fueron años. Los eméritos le habilitaron una zona en Zarzuela al lado de la piscina para vivir. Le construyeron su propia casa.
La hermana de la reina Sofía hizo de madre de Felipe VI, Cristina y Elena. Cuando sus padres tenían viajes de Estado o compromisos institucionales, era ella quien se encargaba de la crianza de los niños. Ejerció como una segunda madre, y los eméritos siempre han estado muy agradecidos, también sus tres hijos. Por este motivo, ahora que afronta uno de los peores momentos de su vida no quieren dejarla sola.
Hace casi dos años se confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer. No fue por parte de Casa Real, que no ha confirmado ni desmentido la publicación en ningún momento, sino por expertos en el ámbito. Los reyes mostraron a la hermana de la reina Sofía con total naturalidad hasta hace escasos meses. La última vez que se la vio fue en la boda griega a la que asistieron los Borbón, apareció en silla de ruedas, con la mirada perdida y el rostro demacrado, ya no se acuerda absolutamente de nada, la enfermedad ha avanzado a pasos agigantados. Por este motivo, Casa Real ha decidido apartarla.
Irene de Grecia empeora, máxima preocupación en Zarzuela
Irene de Grecia se encuentra en Zarzuela, con unas dependencias solo para ella, y no está sola. Casa Real ha puesto a su disposición a los mejores neurólogos que la visitan a menudo para llevar un control y a un equipo de enfermeros y enfermeras que la tratan las 24 horas del día. Se ocupan absolutamente de todo.
La tía Pecu está muy mal, ya ni se levanta de la cama. Las infantas Elena y Cristina y el rey Felipe VI se pasan habitualmente por palacio para verla y darle todo su cariño. Sorprendentemente, aunque Letizia no es muy Borbón, también pasa tiempo con Irene, y es que siempre se ha comprometido con los problemas de salud mental.
La situación es muy delicada y bastante complicada. No pueden evitar entrar a verla o hablar con ella y llorar al ver que ni tan siquiera saben quiénes son. Es una enfermedad que se sufre en silencio. Sufre mucho más la persona que es consciente de todo porque ve que su familiar se va deteriorando poco a poco y ve como en su mirada eres solo un extraño.
