El reciente deterioro de la salud de Irene de Grecia, conocida familiarmente como "la tía Pecu", ha conmocionado a la familia real y a quienes la han visto en público. Hermana de la reina emérita Sofía, Irene asistió, el pasado fin de semana, a la boda de su sobrina Teodora de Grecia, hija del rey depuesto Constantino, y el abogado norteamericano Matthew Kumar. La fiesta tuvo lugar en Atenas. La boda, que reunió a miembros de la realeza de distintos países, así como a las infantas Cristina y Elena, y a dos de los hijos de Cristina e Iñaki Urdangarin: Irene y Miguel Urdangarin. Pero fue también el escenario de un momento que dejó a todos los presentes con el corazón en un puño: la aparición de Irene en un estado profundamente preocupante.
Las imágenes de Irene en silla de ruedas, extremadamente delgada y con la mirada completamente perdida, han encendido todas las alarmas sobre su estado de salud. El Alzhéimer, que le fue diagnosticado hace poco más de un año, avanza de manera implacable, y sus consecuencias ya son evidentes. La hermana menor de Sofía, una vez activa y cercana a la familia, ahora se encuentra atrapada en una enfermedad que le roba lentamente su lucidez y fortaleza física. Su cuerpo, notablemente inclinado y frágil, refleja el severo deterioro cognitivo y físico que sufre.
El estado de la tía Pecu preocupa profundamente
La situación de Irene es especialmente dolorosa para la reina Sofía, quien siempre ha sido muy cercana a su hermana. El avance rápido del Alzhéimer ha ensombrecido lo que, para Sofía, podría haber sido un tiempo más feliz, especialmente tras la reciente reconciliación entre la infanta Cristina y el rey Felipe VI, un acontecimiento que la reina emérita había esperado durante años. En lugar de poder disfrutar de ese momento, Sofía se encuentra ahora enfrentando la difícil realidad de la enfermedad de su hermana, sabiendo que el tiempo que les queda juntas podría ser limitado.
No es la primera vez que Irene ha sido vista en un estado preocupante. Ya en julio, durante un viaje a Creta junto a Sofía, las alarmas se encendieron cuando fue vista en silla de ruedas, con un semblante igualmente perdido. Desde entonces, su salud ha seguido deteriorándose, y Sofía ha comenzado a preparar a la familia para lo que parece inevitable. Fuentes cercanas aseguran que la reina emérita está plenamente consciente de que el "momento fatal" podría estar cerca, y ya ha empezado a tomar decisiones importantes sobre el futuro de su hermana.
La reina Sofía teme que el final esté muy cerca
Uno de los deseos más profundos de Irene es pasar sus últimos días en Grecia, el país donde nació y del que siempre ha guardado un profundo vínculo. Aunque ha pasado muchos años en España junto a su hermana Sofía, su corazón siempre ha estado en su tierra natal. Consciente de este anhelo, Sofía se estaría planteando la posibilidad de mudarse temporalmente a Grecia para acompañar a Irene en este momento tan difícil, cumpliendo así su último deseo. Esta decisión no es fácil, pero refleja el profundo amor y la lealtad entre las dos hermanas, quienes han compartido una vida marcada por los cambios y las dificultades.
La reina Sofía, quien también ha enfrentado momentos complejos en los últimos años con los escándalos relacionados a su esposo, Juan Carlos I, parece decidida a anteponer el bienestar de su hermana en estos momentos cruciales. A pesar de la dureza de la situación, Sofía sigue firme, dispuesta a estar al lado de Irene hasta el final, consciente de que este último viaje podría ser el más importante que compartan.