La felicidad no ha sido parte del camino de la reina Sofía, quien contrajo matrimonio con Juan Carlos I por deber más que por amor. A pesar de su enamoramiento por Harald de Noruega, este la consideraba solo como una amiga y la utilizó para conquistar a otra persona. A regañadientes, la madre de Felipe VI aceptó la situación con el emérito, quien la ha traicionado en múltiples ocasiones, ganándose así la reputación de ser la cornuda de España y generando escándalos mediáticos internacionales.
En medio de estas dificultades, la reina Sofía decidió hacer las maletas y viajar con sus hijos a India, donde residía su madre, con la intención inicial de no regresar a Zarzuela. Sin embargo, la presión y el potencial escándalo la llevaron de vuelta, aparentando que todo fue simplemente unas vacaciones.
Irene de Grecia, el mayor apoyo de la reina Sofía
En estos momentos difíciles, la reina Sofía encontraría soledad si no fuera por su hermana, Irene de Grecia, quien ha sido su apoyo constante. A lo largo de las infidelidades de Juan Carlos I, las polémicas relacionadas con el emérito, la implicación de Iñaki Urdangarin en el caso Noós y su encarcelamiento, así como los divorcios de sus hijas, Sofía siempre se ha sentido aislada del mundo. Solo Irene ha estado a su lado. Por esta razón, ambas residen juntas en la misma parte del palacio de La Zarzuela desde hace años, donde Irene ha sido un pilar constante en la vida de su hermana.
Irene de Grecia es la primera en levantarse antes del amanecer. Disfruta de largos paseos matinales por los jardines de Zarzuela, seguidos de sesiones de meditación. Después, se arregla y comparte el desayuno con Sofía en el comedor, siendo Irene vegana. Aunque duermen en habitaciones separadas, comparten la misma zona en el recinto privado de El Pardo. Cuando Irene se trasladó a vivir a España con su hermana, tuvo que adaptarse, reformando una zona destinada a los vestuarios de la piscina. Este espacio ahora cuenta con dos habitaciones individuales, un despacho y un comedor compartido. En sus primeros días, compartieron la misma habitación y cama.