Letizia está muy comprometida con la salud mental. Por este motivo está tan centrada en la tía Pecu. Tal vez es de las pocas personas de los Borbón y Grecia a la que le tiene un especial cariño. Hace un par de años, la revista Lecturas confirmó que Irene de Grecia padecía Alzheimer, la enfermedad del olvido. Estaba en un estado muy primario y toda la familia se había centrado en ella. La reina había puesto a disposición de la hermana de Sofía personal sanitario las 24 horas en Zarzuela. Además de un médico disponible siempre de urgencias. La idea es retrasar el máximo posible la enfermedad. En los veranos de Palma de Mallorca, Letizia siempre se ha dejado ver del brazo de Irene.
Sin embargo, Irene de Grecia no tendría tanto cariño a la mujer de Felipe VI. O por lo menos, antes no. Estuvo muy dolida con ella en 2018, cuando presenció el feo gesto de Letizia a la reina Sofía en la Catedral de Palma de Mallorca. Salían de la Misa de Pascua cuando la emérita agarraba a Leonor para que los fotógrafos les hiciesen fotos juntas, la reina al percatarse se negó muy enfadada y le retiró el brazo de mala manera, reprochándole su actitud ante Juan Carlos, Felipe y el resto de invitados. La tía Pecu nunca perdonará esa actitud.
Irene de Grecia se enfadó con Letizia y estuvo años sin hablarle
Y es que lo que menos gusta a Irene de Letizia es su reprochable actitud. En varias ocasiones ha quedado demostrado que ella siempre será una plebeya, mientras la familia pertenece a la realeza y ha sido educada de esa forma. A la reina se le podría aplicar el refrán “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.
Irene de Grecia ha pasado mucha vergüenza con los modales de Letizia en algunas celebraciones familiares, especialmente los primeros años, cuando todavía reciba clases de protocolo. Le costó mucho aprender, y eso que a su lado tenía a la mejor maestra, la reina Sofía. Sin embargo, en su lenguaje podían hacer poca cosa. Siempre estaba con alguna palabrota en la boca. La más habitual era “jolines”, así la llamaban los amigos de Felipe. Pero también decía otras peores, como “puta”, “coño”, “hostia”. El comportamiento de Letizia no era del agrado de la tía Pecu.