Este sábado amanecimos con la triste noticia del fallecimiento repentino de Fernando Gómez-Acebo y Borbón, conocido como 'Coco'. Miembro de una familia estrechamente vinculada con la realeza española, su partida dejó un vacío en el entorno familiar. Además, Fernando, hijo de la infanta María Pilar de Borbón y Luis Gómez-Acebo, dejó un hijo de ocho años, Juan Nicolás, quien ahora debe enfrentarse a la pérdida de su padre.

El Tanatorio de Tres Cantos fue el lugar donde se celebró la misa funeral de Fernando Gómez-Acebo, primo del rey Felipe VI. Felipe mantenía una estrecha relación con él desde su infancia, compartiendo momentos significativos juntos. La reina emérita Sofía también acudió al funeral, acompañada de su hermana, la princesa Irene de Grecia, conocida como la 'tía Pecu' por su peculiaridad.

Reina Sofía y la infanta Irene GTRES

La reina Letizia, arrinconada en la misa funeral de Fernando Gómez-Acebo y Borbón

Sin embargo, fue la reina Letizia quien atrajo todas las miradas. Su presencia generó especulaciones hasta el último momento, dada su histórica relación complicada con la familia de su esposo. Aunque Zarzuela presionó para que Letizia asistiera y mostrara una imagen de normalidad, su presencia quedó eclipsada en un segundo plano, lo que inevitablemente llam´´o la atención.

Letizia y Felipe VI en la misa funeral de Fernando Gómez Acebo GTRES

Letizia, arrinconada, mientras Felipe no le dedicaba ni una sola mirada, apenas intercambió palabras con los presentes más allá de las formalidades. La relación tensa que ha mantenido con la familia de su esposo, marcada por desplantes y ausencias, quedó patente en la ceremonia.

La reina Sofía y la tía Pecu participan del marginamiento a la reina Letizia

Ni siquiera recibió la atención de su marido en este momento de duelo, lo cual, dadas las tensiones recientes entre la pareja real, no resultó sorprendente. De hecho, ya hemos visto como Felipe ha ignorado a su esposa en recientes eventos públicos.

Distinto es el caso de la reina Sofía y su hermana Irene. Porque a sabiendas de que la relación de los hijos de los reyes Juan Carlos y Sofía con sus primos Gómez-Acebo ha sido constante, pero con la reina Letizia ha sido nula y que sería un bulto sospechoso en la ceremonia, tampoco se acercaron a ella, participando del arrinconamiento público y general que se le dedicó a la consorte. Las dos dejaron claro que la relación con ella distaba mucho de ser cálida o cercana.