La única obligación constitucional de Felipe VI es no molestar, no entrar en política, no significarse en favor de ningún partido ni opción. Desestimado el papel de árbitro, por su notable incapacidad de hacer de mediador, ya solo se le exige que no haga nada, que figure, que se haga fotos y que calle o diga obviedades. Por eso es un escándalo internacional que cuando presidió el acto de toma de posesión de un presidente que él no habría votado, Pedro Sánchez, se dedique a hacer muecas de asco, furia o desacuerdo. Como un niño pequeño que guiña el ojo los suyos, la extrema derecha. Felipe ha hecho bueno a Juan Carlos, que entendió que para ser corrupto no podía parecer de parte. Así todos lo dejaban hacer. Robaba, pero no se sesgaba hacia la derecha monárquica. Felipe, acosado por los escándalos de su propio padre, de su mujer o de su incapacidad, ha decidido mostrarse un rey de derechas y a menudo de extrema derecha. Para el inicio de la campaña electoral catalana en lugar de callar, ha hecho un gesto impresentable, pidiendo prácticamente el voto para PP, Ciutadans o Vox. En lugar de mostrar neutralidad, niega la unidad de la lengua y humilla al catalán, el idioma que todos los filólogos dictaminan que se habla en otros territorios fuera de Catalunya como las Islas Baleares.

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Felipe baja la cabeza|cabo|jefe a la bandera española GTRES

 

Felipe VI ha otorgado el título "Real" a un grupúsculo negacionista del catalán en las Baleares, Acadèmi de sa Llengo Baléà. A partir de ahora, Reyal Acadèmi de sa Llengo Baléà (sic). Un idioma y una gramática inventados con la única finalidad de negar que sea catalán. En escrito registrado en el Parlament balear por esta entidad anticatalanista, la Casa Real ha autorizado el título para la organización, firmado por Jaime Alfonsín, anterior jefe de la Casa del Rey con Felipe. Como el blaverismo en Valencia, el gonellisme es un movimiento anticatalán que propugna un modelo de lengua basado en formas coloquiales y dialectales propias de las Baleares. Un chiringuito anticatalán que ahora puede lucir en la fachada y en los papeles el sello de Real, como el RCD Español o el Real Madrid. Eso en plena campaña catalana, Felipe sesgado hacia los únicos tres partidos que niegan la unidad de la lengua: PP, Cs y Vox. Felipe pidiendo el voto para Carrizosa. Toni Soler, historiador y activista en defensa de la lengua, ha acusado al jefe del Estado de hacer una imbecilidad, propia de un imbécil:

tuit toni soler
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Toni Soler TV3
Toni Soler TV3
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Felipe en su Mallorca, EFe

Toni Soler: "Una imbecilidad propia de él". No hacen falta más palabras, cero sorpresa viniendo de alguien que solo conoce las Baleares por ir en coche oficial del Club Náutico al palacio de Marivent quince días en agosto. Es de una gran ignorancia negar que en las islas el idioma oficial, como dice su Estatuto de Autonomía, todos los filólogos y el sentido común, es el catalán. O peor que ignorancia, es mala fe: querer enfrentar territorios, personas, o decirles a los catalanes qué tienen que votar: "Yo, vuestro jefe de Estado, vuestro rey, os digo que la unidad de la lengua catalana es una mentira. Vota Vox". Toni Soler esta vez no es que acierte, como es habitual. Es que se queda corto.