La princesa está triste, ¿qué tendrá la princesa?, se preguntaba el poeta Rubén Darío. Este sábado por la mañana, sería más acertado preguntarse: La reina está triste, ¿qué tendrá la reina?. Y lo que tiene la reina es que está deshecha porque su niña, su hija mayor, se marcha lejos, y durante seis meses. Medio año donde en teoría no le verá el pelo a su hija Leonor, que esta mañana ha subido a bordo del buque-escuela 'Juan Sebastián Elcano' para continuar su formación naval como guardiamarina en alta mar, en una travesía que la llevará a diferentes puntos del planeta, a diferentes puertos, lejos de Zarzuela y del cobijo de sus padres. Tanto la heredera como sus compañeros de promoción han zarpado este sábado desde el puerto de Cádiz ante la mirada de muchos monárquicos que se han acercado a la zona y sobre todo, de los padres de la Borbón, unos Felipe y Letizia plantados en el puerto, él levantando el sombrero de marinerito y ella que no podía reprimir las lágrimas con la partida de su hija, tal como se ve en la imagen que ilustra esta pieza.
Una lacrimógena despedida en el Puerto de Santa María, al saber que la princesa pasará meses viajando en este barco de instrucción y que tardarán en volver a verla. Después de una visita al buque-escuela, los reyes Felipe y Letizia "han bajado de la embarcación y desde el puerto han despedido a su primogénita. La Reina no ha podido contener la emoción y ha roto a llorar mientras su hija levantaba su gorra con la mano para decir adiós a sus padres desde el buque. El Rey ha consolado a su esposa agarrándola por la cintura. Él ha devuelto a Leonor el mismo gesto, levantando su gorra para decirle adiós". Leonor, probablemente, habrá pensado en medio de tanta parafernalia que a ver cuándo llegaba la hora de zarpar y dejar al puerto y los padres atrás. La joven tiene ganas de continuar con sus compañeros de promoción y pasar medio año con ellos, una experiencia que no olvidará.
Desde el pasado miércoles, ella y el resto de compañeros se han ido aclimatando a lo que será su día a día, la que será su casa durante medio año. Y aparte de la instrucción y las clases, también habrá momentos para reír. Y uno de ellos seguro que llega con una actividad que los nuevos guardamarinas que suben a bordo tienen que hacer sí o sí, es tradición de hace tiempo. Tal como explica Vanitatis, uno de los entretenimientos más populares es el que se conoce como 'Telelcano', "el más aplaudido y esperado por la tripulación". Cada semana, los alumnos tienen que hacer una especie de informativo con sketchos cómicos de situaciones vividas a bordo, ante el resto, una comedia imitando a profesores, o alumnos que se han dormidos en clase o situaciones divertidas. Según antiguos alumnos que han pasado por el Juan Sebastián Elcano, “no se salva nadie, incluidos los mandos y en este periplo tampoco la Princesa de Asturias. Es una manera de divertirse sin hacer mofa de nadie ni de nada. Es muy divertido y se desarrolla el ingenio”... Leonor haciendo de Letizia, haciendo como su madre años atrás y presentando informativos.