Letizia Ortiz no era una desconocida entre la opinión pública española cuando se anunció su compromiso con el entonces príncipe Felipe. Los españoles ya la habían visto en televisión presentando los informativos de TVE, donde era toda una referencia. Sin embargo, revelaciones de distintos expertos en la casa real revelan que nunca mereció ese puesto, y que su fama fue perpetrada para promocionar a la periodista y generar una imagen impecable y honesta, para que más tarde fuera aceptada como alguien de nivel merecedora de formar parte de la familia real.

Así lo explica Laura Rodríguez en su canal de YouTube, haciendo referencia a los relatos que Jaime Peñafiel hace en el libro ‘Letizia y yo’, así como en los de otros escritores que han buceado en la vida de Letizia Ortiz. Según recoge la comunicadora, Letizia tuvo una ayuda inestimable para ascender en TVE antes de convertirse en princesa y posterior reina.

Letizia, una enchufada en TVE para allanar su camino entre los españoles

La experta se refiere a “su actitud trepadora y aprovechada” para referirse a su ascenso en TVE. “Cuando Letizia empezó a presentar el Telediario, mucha gente pensó que era una periodista brillante que había hecho una carrera meteórica, ya que aunque nadie la conocía, empezó a presentar el Telediario con Alfredo Urdaci”, empieza Laura.

Letizia y Alfredo Urdaci efe
Letizia y Alfredo Urdaci efe

“Hoy sabemos que esto fue una mentira más de la larga lista divulgada por la ex amante de Jaime del Burgo. En realidad Letizia no entró a trabajar en televisión por su talento, sino porque ya era la amante de Felipe de Borbón”, añade. 

Repercusiones para los compañeros que se quejaron

El objetivo de esta promoción era que “Letizia era una cara completamente desconocida para todos los españoles, y decidieron inflarle la carrera, no fuera a ser que al anunciar el compromiso nadie supiera quien era”. Un asunto que tuvo repercusiones para una compañera de Letizia en la televisión pública. “Esto despertó los celos de Ana Blanco, quien se quejó con Alfredo Urdaci de que le dieran la cobertura de la guerra de Irak a una desconocida. Por supuesto, Blanco ignoraba que Letizia tuviera un padrino de alto calibre, por lo que sus quejas fueron seguidas de una fuerte amonestación”, apunta la periodista.

Y sentencia: “Por tanto, es obvio que toda la imagen que se ha construido alrededor de Letizia Ortiz no solo es falsa, sino que echa por tierra la meritocracia que debería existir en los medios de comunicación”.