Desde que Iñaki Urdangarin ingresó en la cárcel, que los familiares se han ido coordinando para visitarlo y animarlo lo máximo posible. Está a punto de cumplirse un mes de su primer día encarcelado, momento idóneo para hacer un balance de todas las visitas que ha recibido. Y es que si en un principio hablábamos de los privilegios de la infanta Cristina al poder entrar en el centro sin ser vista, ahora es el trato de favor que está recibiendo el exduque lo que está indignando.
La primera noticia ya no hizo demasiada gracia: el vasco dispone de un módulo de 450 m² para él solito. Paredes pintadas de colores alegres, enormes ventanas, gimnasio, dos patios bien grandes... Incluso dispone de una salita con una televisión para informarse o entretenerse. ¿Y la comida? Deliciosa, según aseguran algunos testigos. Salió un trabajador diciendo que Urdangarin estaba siendo muy bien alimentado, disfrutando de la comida de prisión.
Su abogado ha hecho unas declaraciones a Europa Press afirmando que no todo es tan bonito como parece, por eso, ya que su cliente no está de vacaciones: "Como cualquier persona privada de libertad, no está bien. Y las informaciones que dicen que Cristina se trasladará a Portugal son mentira, se quedará en Ginebra".
Ahora bien, lo que muchos no quieren tolerar es que esté recibiendo más visitas de las que están permitidas. Durante estas primeras cuatro semanas, Iñaki ha recibido (que hayan trascendido) a 9 familiares. El documento oficial dice que los presos sólo podrán verles dos veces por semana en visitas de 20 minutos a cada una o cambiarlas por sólo una pero de 40 minutos de duración. Aparte, podrán hacer uso de un vis a vis al mes con un máximo de tres horas.
Pues bien, Urdangarin se ha aprovechado de su influencia, parece. Y es que ha hecho caso omiso a estas normas y ha tenido más visitas de las permitidas. Primero de todo, hay que destacar que las familias de los compañeros de la cárcel no pueden utilizar el parking de empleados como hace la infanta Cristina para que no le vean... Pero es que tampoco pueden ver a las parejas tan a menudo.
Sólo hay que recapitular las informaciones que aporta El Español. Urdangarin recibió la primera semana la visita de la Infanta, la semana siguiente ya incumplió las normas al recibir tres visitas (el miércoles la de su madre, el sábado haciendo un vis a vis con las hermanas y el domingo haciendo otra ordinaria con ellas). De aquí, pasó a hacer otro vis a vis el viernes siguiente con el hijo mayor Juan Valentín, disfrutando de otro al día siguiente con su hermana Clara. ¿Y aquel domingo? Viendo de nuevo a su mujer y abrazando a su hijo mediano, Pablo. Pasa otra semana y vemos visitándolo la infanta Elena entre semana y sábado su hermano Mikel Urdangarin.
Con lo que tenemos dos semanas seguidas con tres visitas (cosa prohibida) y tres vis a vis en un mes (cuándo sólo se permite uno). Unos privilegios que señalan a Urdangarin... ¿Seguirá el resto de condena aprovechándose de la influencia de la Casa Real?