La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin empiezan ahora sus últimos días juntos antes de que no ingrese el vasco en la prisión. Esta mañana se ha hecho oficial la sentencia del Tribunal Supremo, condenándolo a cinco años y diez meses. La noticia llega sólo un día antes del cumpleaños de la hija pequeña de los reyes eméritos, siendo una jarra de agua fría.

Al estallar la noticia todos los fotógrafos se han volcado en perseguir a la pareja por las calles de Ginebra, buscando una primera foto muy esperada. La expectación era máxima, queriendo ver los más cotillas como está la Infanta. ¿Se la ve triste? ¿Decaída? ¿Con los ojos llorosos? ¿Sin maquillar?

Muchos temían que se escondería, pero nada de eso. Cristina ha aparecido ante los paparazzis muy bien vestida: elegante, sencilla y formal. Pero la atención de todos estaba fijada en su rostro, evidenciándose efectivamente que no está pasando su mejor época.

Con la cara triste, sin casi sonrisa y la cabeza baja: así se ha mostrado la Infanta por primera vez. El pelo sin recoger evidenciaba que no ha pasado por peluquería recientemente, viéndose un poco las raíces. Lo que más ha llamado la atención, por eso, es que no podía dejar de mirar el suelo.

GTRES

La Casa Real no ha hecho declaraciones al respecto, diciendo simplemente que respetan absolutamente la independencia judicial. Letizia y Felipe han seguido el protocolo en dos actos en los que han aparecido sonrientes y aparentando normalidad.

Algunas fuentes aseguraban que el rey Felipe seguía sin querer acoger a su hermana y los niños en Zarzuela. ¿Cumplirá esta promesa? ¿O acabará cediendo para ayudarla? Veremos qué papel tiene a Letizia en todo al final...