El escándalo sentimental provocado por la última infidelidad de Iñaki Urdangarin hacia su mujer, la infanta Cristina, ha provocado una enorme polarización de la opinión pública. El vasco tiene nueva novia, Ainhoa Armentia, pero se ha quedado más solo que la una. Es prácticamente imposible encontrar a alguien que lo defienda, mientras que consuelan a la Borbón por haber sufrido lo que consideran una humillación inmerecida. Ahora bien, de los pocos que todavía hablan con cariño de Iñaki son personas importantes: sus hijos, que no quieren hacer sangre, y su abogado Mario Pascual Vives. El letrado catalán ha sido su confidente desde que empezara su pesadilla personal con el caso Nóos. Su trabajo siempre ha sido puesto en duda: no consiguió salvarlo de la cárcel ni evitó la declaración en sede judicial de su mujer de sangre azul. Pero vaya, que tampoco le fue mal: la condena no fue demasiado dura y las condiciones de la reclusión, muy favorecedoras.
Mario ha roto su silencio y ha hablado en el programa 'El Món a RAC1' de Jordi Basté. Y sus palabras llaman mucho la atención. Ha dejado muchos titulares, algunos que resultan inverosímies. Pero vaya, que es su abogado, ¿qué ha de decir?. Vives también mantenía una relación cordial con la infanta, como se puede ver en la fotografía que ilustra este artículo. Imágenes obtenidas el pasado mes de octubre después de una reunión en Barcelona, y en las que nada hacía presagiar el desenlace que hemos vivido en enero de 2022.
Vives nos deja de piedra: el comunicado conjunto de Iñaki y Cristina anunciando la interrupción de su relación no va a ningún sitio. Vaya, que no se divorciarán. Sólo se están dando un tiempo para recuperar la confianza entre las partes. La narración parece de otro planeta. Cuesta mucho creérsela, y a medida que pasan los días y se hacen públicas nuevas intimidades de los protagonistas, todavía más. "No es un cese, no es un divorcio, es un tiempo que ellos se dan con su interrupción de la relación". Si lo pasaron a la Agencia EFE fue para demostrar al mundo que "son capaces de llegar a acuerdos", esperando que tuviera "un efecto balsámico en la información pública". Si nos pinchan no nos sale sangre.
El abogado ha hecho un relato lacrimógeno del estado de ánimo de su cliente y amigo. Primero por su paso por prisión, que lo ha dejado marcado: "Lo ha pasado mal, muy mal. No os podéis imaginar lo que ha sido vivir encarcelado. Lo he visitado durante dos años y medio: la vida allí era durísima". Y ahora, con el pitote de las fotos con una amante: "No creo que sea muy feliz, no creo que esté bien. No sé si puede estar peor después de todo lo que está pasando". Pero lo que realmente llama la atención se cuando habla del estado económico del exduque, condenado a 6 años y 3 meses de prisión y una multa de medio millón por defraudar más de 300.000 euros, aunque las primeras estimaciones hablaban de una cantidad superior: Iñaki es, en 2022, mileurista. "Cobra menos de 1.000 euros al mes por el trabajo en la asesoría jurídica donde trabaja sólo unas horas. Vive de su madre y de su mujer, que es quien mantiene a sus hijos y a la familia. Se desplaza en bicicleta porque no tiene vehículo propio. No recibe ningún ingreso por parte de la Casa del Rey". Increíble.
Si alguien pensaba que el culebrón estaba muerto, que prepare palomitas porque el show no ha hecho más que empezar.