La infanta Cristina vivirá este año unas vacaciones diferentes de lo que lleva haciendo los últimos tiempos. Cuando menos, serán unos días extraños para la hermana del rey, especialmente, porque este verano será el primero después de su separación de su todavía marido Iñaki Urdangarin. Aunque ella todavía lleva el anillo de casada en el dedo, hace meses que decidieron partir peras después de que la revista Lecturas publicara unas imágenes del exduque de Palma paseando de la mano de otra rubia que no era ella, sino Ainhoa Armentia, por las calles de Vitoria. Aun así, había expectación por saber qué haría la infanta este verano, el primero donde estará sola sentimentalmente hablando, y donde por primera vez desde hace años, no pasará los días de vacaciones al lado de Urdangarin después de todo lo que ha pasado entre ellos dos.
Normalmente, la infanta tiene terminado a estas alturas del calendario, su plan veraniego. Pero la crisis matrimonial de este año ha acabado con la relación y no tendrán nada que ver con lo que tradicionalmente planea siempre la hermana de Felipe. La hija de los reyes eméritos tiene que hacer planes por primera vez, sola, quizás estará algunos días con sus hijos, pero también ha tenido que hacer frente a la posibilidad de estar unos días sin ellos, ni sin pareja... Pero no estará sola, según las informaciones de Sílvia Taulés en Vanitatis, que han sorprendido, especialmente, por quien será el acompañante de la infanta durante unos días de este verano. Bien, de hecho, sorprende su acompañante y sorprende por dónde se dejará ver. Porque se podría pensar que querría poner distancia entre ella y cualquier cosa que le evoque a su ex, cualquier rincón que le despierte la nostalgia por los días vividos en común y enamorados... Pero todo lo contrario.
Porque Cristina ha decidido que lejos de evitar los lugares donde ha pasado muy buenos momentos en pareja y en familia, pretende pasar muchos días de este agosto en Vitoria y en Bidart. Según explica el mencionado medio, "en la agenda estival de doña Cristina están estos dos destinos marcados a fuego". Según explican, la Infanta podría aprovechar los días que la familia Urdangarin casi al completo irá a pasar unos días a los Estados Unidos. Concretamente, a Minnesota. ¿Por qué? Porque el 19 de agosto se casa allí Iñaki Flood, el sobrino pequeño de Urdangarin, hijo de su hermana pequeña Cristina, un médico y residente de Saint Paul, una de las dos Twin Cities. La boda se celebrará por la noche y será muy familiar, en el campo, al aire libre, en una casita de la zona y un precioso jardín al cual podrá ir Urdangarin, en libertad condicional, que se puede desplazar a los Estados Unidos sin problemas.
Pues bien, aprovechando que no estará su ex, la infanta pretende pasar unos días en las playas que le dieron tantos recuerdos buenos en el pasado. ¿Y quien la acompañará durante estos días? Ni más ni menos que su todavía suegra, de manera oficial, Claire Liebaert, que no tiene previsto viajar a Minnesota "por cuestiones logísticas. Se siente mayor y cansada para un viaje tan largo, aunque sea para estar con uno de sus nietos en un día tan importante". De esta manera, mientras sus hijos están en la otra punta del Atlántico, la madre de Urdangarin no estará sola por aquellas fechas, sino que podría estar acompañada de su exnuera. Y es que a pesar de lo que ha pasado entre la pareja, las relaciones entre la infanta Cristina y su todavía familia política son bastante buenas después de casi 25 años de matrimonio en el cual las han vivido de todos los colores. De aquí que ahora que se Nóos rompió el amor de tanto usarlo, Cristina haya decidido incluso pasar unos días en un lugar tan paradigmático para ella como Vitoria y Bidart y de la mano de su suegra.